El sitio paleontológico de Tocuila


Luis Moreti, Joaquin Arroyo-Cabrales Y Óscar J. Polaco

 

El sitio paleontológico de Tocuila se encuentra en el área del poblado de San Miguel Tocuila, municipio de Texcoco, México. En julio de 1996, mientras se realizaba la construcción de una cafetería, se descubrieron algunos restos óseos de mamutes. El oportuno aviso que los propietarios hicieron de ello permitió que se descubriera uno de los yacimientos paleontológicos de fauna del Pleistoceno Tardío y del Holoceno Temprano más ricos del valle de México.

En el área recién explorada,
que ocupa una extensión de 28
metros cuadrados, se excavó y
se llevó un registro detallado
del proceso. Esa superficie se
considera muestra del enorme
potencial del sitio, debido a que
se ha hallado un número considerable de restos óseos, principalmente pertenecientes a mamut, Mammuthus columbi. Los
restos, que incluyen tres cráneos casi completos, dos grandes fragmentos de otros tantos cráneos y cuatro mandíbulas, son de al menos cinco individuos entre jóvenes y adultos (no viejos). Además de los mamutes, se encontraron caballos, bisontes, camellos, liebres y, en los estratos superiores, aves acuáticas. Asimismo, se han encontrado fragmentos de hueso de mamut modificados por lasqueo intencional, lo cual indica la presencia del hombre asociada al conjunto de restos.

El depósito donde se encuentran los restos de interés paleontológico tiene un espesor promedio de dos metros y, a partir de una serie de cinco fechamientos por C 14, se considera que pertenecen al año 11188 ± 76 antes del presente (9238±76 a. C.).

El diseño de investigación interdisciplinaria e interinstitucional ha permitido generar una hipótesis explicativa, según la cual los indicios sugieren que dos eventos regionales de naturaleza catastrófica formaron el depósito. El primero, una intensa y abundante lluvia de cenizas volcánicas, parece haber provocado la desaparición de la cubierta vegetal y la muerte de distintas poblaciones de herbívoros, como mamutes, caballos, camellos y bisontes. El segundo gran evento ocurrió poco después del primero y se caracterizó por la presencia de una secuencia de flujos lodosos o lahares que bajaron de las montañas hasta la planicie lacustre, desplazando y desacomodando los esqueletos que yacían en el páramo, atrapando y matando probablemente algunos otros animales y, finalmente, sepultando todo el conjunto en una capa de lodo de metro y medio de espesor.
El carácter intempestivo de ambos eventos naturales produjo una "fotografía" excepcionalmente rica de la fauna y la flora de aquel momento, que ahora es investigada. A diferencia de otros hallazgos paleontológicos anteriores de la misma época, generalmente caracterizados por ser indicios aislados, el descubrimiento del enorme yacimiento de Tocuila ha permitido integrar un amplio equipo de investigadores de distintas disciplinas (sedimentología, palinología, geofísica, vulcanología, geomorfología, radiometría, paleontología y biología molecular) que, además de caracterizar los procesos naturales que formaron y transformaron el depósito, buscan reconstruir coordinadamente las características del paleopaisaje para explicar de manera científica e integral la dinámica natural de aquel momento y el papel que el hombre desempeñaba en ese contexto. Debido a la importancia de los hallazgos y al interés de los pobladores de Tocuila en conservar el sitio, se han realizado algunas obras temporales que facilitan su visita. además de dos trípticos que sirven como guía y un cuadro mural que describe las etapas de la investigación paleontológica.

 

• Joaquín García-Bárcena. Ingeniero químico y arqueólogo. Presidente del Consejo de Arqueología y del Consejo Nacional de Paleontología, INAH.

• Luis Morett. Arqueólogo. Director del Museo Nacional de Agricultura, Universidad Autónoma Chapingo.

• Joaquín Arroyo-Cabrales. Biólogo. Investigador del Laboratorio de Palcozoología de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico. INAH.

• Óscar J. Polaco. Biólogo. Investigador del Laboratorio de Paleozoología de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, INAH.

 

Moreti, Luis, Joaquin Arroyo-Cabrales, Óscar J. Polaco, “El sitio paleontológico de Tocuila”, Arqueología Mexicana núm. 30, pp. 57.

 

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