Con azul maya fueron pintados los murales de la mayor parte de Mesoamérica, práctica que duró del 400 a.C. hasta finales del siglo XVI. En ese lapso, los artistas mesoamericanos desarrollaron estilos pictóricos, a la vez se desempeñaron como científicos y técnicos, porque observaron el comportamiento de las propiedades de los materiales pigmentantes aplicados en los muros. Gobernante vestido como águila solar. Edificio A, Cacaxtla, Tlaxcala.

Tomado de Diana Magaloni Kerpel, “La pintura mural y su conservación”, Arqueología Mexicana núm. 108, pp. 33-37.

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