Las huellas de las enfermedades en los huesos

José C. Jiménez López, Gloria Martínez Sosa, Rocío Hernández Flores

 

Los restos óseos humanos son un testimonio de suma importancia para el conocimiento de las poblaciones antiguas, ya que por medio de la antropología física se pueden estudiar aspectos fundamentales, como las enfermedades que dejaron huella en ellos. Los estudios osteopatológicos permiten valorar el origen, la evolución y las causas que provocan algunas enfermedades, como los padecimientos congénitos, infecciosos y nutricionales, entre otros. De esta manera, podemos plantear algunas hipótesis sobre las condiciones de vida de la población de México en distintas épocas. Con este enfoque se presentó una exposición en el Museo Nacional de Antropología, en la cual se abordaron los siete temas que se presentan aquí.

 

Malformaciones y afecciones congénitas

 Se trata de alteraciones o defectos estructurales o funcionales que están presentes en el momento del nacimiento y  pueden ser originados por una falla en la formación de uno o más constituyentes del cuerpo durante el desarrollo embrionario. Estas características pueden o no ser hereditarias y  se excluyen, por lo tanto, las anormalidades morfológicas causadas por traumatismos y  por daños producidos por afecciones bacterianas o virales, que se establecen una vez que el órgano ya se ha formado.

Algunas de estas enfermedades afectan exclusivamente al cráneo y  alteran su morfología, como el caso de la craneoestenosis, que se caracteriza por el cierre prematuro de una o más suturas craneales. El tipo de deformidad que da lugar a esta enfermedad varía según sea la sutura o suturas que se cierren a edad temprana.

 

Enfermedades infecciosas

Son aquellas provocadas por el ingreso de microorganismos como bacterias, virus y hongos que agrede n directamente a las células. Todos los seres vivos se hallan constantemente expuestos a este tipo de riesgos y hay un alto número de agentes potencialmente patógenos. Este tipo de enfermedades, como tuberculosis, sífilis y lepra, han llegado a provocar epidemias en la población.

 

Tumores

Se trata de lesiones cuyo crecimiento anómalo y progresivo da lugar a la producción de un abultamiento de mayor o menor tamaño que se denomina tumor. Se diferencian unas de otras de acuerdo con las características de la neoplasia: el crecimiento anormal de un tejido nuevo. Si la lesión se limita al crecimiento y es asintomática, los tumores se denominan como benignos, pero si su crecimiento invade y destruye tejidos u órganos vecinos se les conoce como malignos (cancerosos). Los tumores que se han encontrado con mayor frecuencia en los restos óseos son los de tipo benigno, como los osteomas (crecimiento anómalo del hueso) y osteocondromas (formados por tejido óseo y cartilaginosos normales). Los tumores malignos o cancerosos son más escasos y generalmente se han localizado en el cráneo.

 

• José Concepción Jiménez López. Antropólogo físico. Investigador de la Dirección de Antropología Física del TNAH. Coordinador de la osteoteca de la DAF, TNAH. Coordinador de los proyectos "Las enfermedades que dejaron huella en las poblaciones pretéritas de México" y "El hombre temprano en México".

• Rocío Hernández Flores y Gloria Martínez Sosa. Antropólogas físicas. Colaboradoras en los dos proyectos anteriores.

 

Jiménez López, José Concepción, Rocío Hernández Flores y Gloria Martínez Sosa  “Las huellas de las enfermedades en los huesos”, Arqueología Mexicana núm. 74, pp. 48-51.

 

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