Los juegos de pelota en Cantona, Puebla

Mónica Zamora Rivera

Los 27 juegos de pelota en Cantona fueron construidos en diversos momentos y en lugares ubicados estratégicamente. Cuando las canchas se construyeron en los barrios tenían la finalidad de mantener la cohesión de sus habitantes. Así, se formalizó el patrocinio del juego al incorporar las canchas al núcleo del asentamiento y constituir los conjuntos arquitectónicos alineados.

 

El interior del sitio de Cantona se observan calles a través de unidades habitacionales (integradas por banquetas, plataformas, patios y basamentos), las cuales conforme se adentran en la ciudad nos llevan hasta terrazas sobrepuestas, que fueron acondicionadas a las coladas de basalto –alcanzando así la forma de murallas– que separan el área popular del centro cívico religioso delimitado por García Cook con una extensión aproximada de 70 ha. Aquí podemos encontrar unidades de tipo administrativo y religioso, compuestas por basamentos, plataformas, plazas, pirámides y juegos de pelota, entre otros. Hasta el momento se sabe de 27 juegos de pelota en el asentamiento, tres de los cuales se ubican en la Unidad Norte, cinco en la Unidad Central y 19 en la Unidad Sur, de los cuales 11 se encuentran en el centro cívico religioso.

 

Las canchas

Los juegos de pelota se componen de dos edificios paralelos –estructuras laterales–integrados por banqueta, talud y cornisa. En algunos casos encima de la cornisa se construyó un muro sobrepuesto; en otros, el talud termina en un remate horizontal, al que en ocasiones se sobrepone otro muro. La cancha cierra en sus extremos con dos muros transversales a los laterales –muros terminales–, con acceso al centro en ocasiones escalonado. En general, el área de juego muestra la tradicional forma de I, salvo en dos canchas que presentan forma de “palangana”. Todos los juegos fueron construidos con roca de basalto, toba y tezontle.

En algunos casos, para construir la cancha se utilizaron depresiones naturales, que fueron aprovechadas sobreponiendo la roca a éstas para dar forma a los taludes (lo que se observa tanto en las canchas tradicionales como en las que tienen forma de palangana). Cuando las estructuras laterales se construyen sobre una superficie plana, el muro exterior puede ser recto o presentar muros sobrepuestos.

 

Distribución arquitectónica

Los juegos de pelota pueden encontrarse solos, asociados a basamento, pirámide o plataforma y asociados a pirámide con una o dos plazas (en este último caso se denominan conjuntos arquitectónicos alineados o juegos tipo Cantona).

Las canchas solas se ubican comúnmente en la periferia del asentamiento, construidas entre patios de tipo habitacional y espacios abiertos, sin estructuras asociadas que remitan a actividades de tipo administrativo o ceremonial, por lo que es probable que se hayan utilizado principalmente con fines lúdicos.

Las canchas asociadas a basamento, pirámide, plataforma o plaza también se ubican en los alrededores del asentamiento (excepto dos canchas edificadas al interior del centro cívico religioso principal), y su conexión directa con alguna de estas estructuras indica la posibilidad de que hayan estado relacionadas funcionalmente con fines comerciales, administrativos o ceremoniales.

Los conjuntos arquitectónicos alineados, compuestos por pirámide, plaza y cancha, denotan claramente que las tres estructuras están relacionadas entre sí y fueron utilizadas visual, arquitectónica y funcionalmente como un conjunto.

 

Forma

A partir de la tipología para los juegos de pelota en Mesoamérica realizada por Eric Taladoire, se identificaron en Cantona cuatro tipos de canchas. Entre las canchas con forma de I el tipo VII es el más común, compuesto por banqueta, talud y cornisa, identificado por Taladoire en sitios como La Manzanilla, en Puebla, y Oaxaca, y correspondientes al Clásico Medio y Tardío. El tipo IX, compuesto por banqueta y talud con remate en muro horizontal, sin cornisa, se registra en la Huasteca para el Preclásico, y en El Tajín y Toluquilla para el Clásico Tardío; otra variante de este tipo presenta banqueta, talud, remate horizontal y cornisa. El tipo VI, compuesto por un talud que remata en cornisa, es identificado por Taladoire en Oaxaca, así como en Xochicalco, Tula y Teotenango, para el Clásico Tardío. Finalmente, el tipo V, de “palangana”, se ha encontrado en el valle de Tehuacán y fechado hacia el Preclásico.

 

Mónica Zamora Rivera. Arqueóloga por la ENAH. Trabaja en el Proyecto Arqueológico Cantona, en el que ha realizado el plano en la Unidad Sur del sitio, restitución de unidades habitacionales y terrazas intermedias, así como el registro y excavación en juegos de pelota.

 

Zamora Rivera, Mónica, “Los juegos de pelota en Cantona, Puebla”, Arqueología Mexicana núm. 146, pp. 46-51.

 

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