Objetos mayas de jadeíta en el Templo Mayor de Tenochtitlan

Emiliano Melgar Tísoc y Reyna Solís Ciriaco

 

En las regiones donde no existe jadeíta, lejos del Motagua, Guatemala, y en especial fuera de la región maya, se han hallado otras piedras verdes (serpentinas, serpentinitas, filitas, cuarzos verdes y esquistos) que fueron empleadas como sustitutos, llamadas “jades culturales”, pues eran los materiales disponibles, ya que la piedra verde de mejor calidad –como la jadeíta verde imperial– era difícil de obtener y probablemente muy costosa. Por lo anterior, la presencia de jadeíta en otras partes de Mesoamérica no es común, como sucede en el Altiplano Central, donde generalmente se concentra en ofrendas y entierros como objetos de alto estatus, prestigio y poder. Dichas concepciones no eran ajenas a la elite tenochca y a la sociedad mexica, que emplearon diferentes piedras verdes en la lapidaria. Prueba de ello son los miles de objetos de varias tonalidades depositados en las ofrendas tanto en el recinto principal como en las estructuras que lo rodeaban. Sin embargo, ¿cuántas de estas piezas son jadeítas y cuáles llegaron a Tenochtitlan como objetos ya terminados desde el área maya? En este trabajo mostraremos algunos resultados encaminados a responder estas preguntas.

 

Los objetos de jadeíta recuperados en Tenochtitlan

En las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlan se han recuperado miles de objetos elaborados con diferentes piedras verdes. La enorme variedad cromática de estas piezas, sobre todo las cuentas, podría deberse en parte a que se obtuvieron en distintos lugares, en especial los tributos de sartales de chalchihuites que se elaboraban en las provincias de Tepecuacuilco, Coixtlahuaca, Cuetlaxtlan, Tochpan, Tochtepec y el Soconusco, según la Matrícula de Tributos y el Códice Mendocino. En contraste, otras piezas, como las figurillas de estilo Mezcala y los penates mixtecos, debido a su ausencia en las listas de tributación, podrían haber sido regalos especiales, producto de saqueos o trofeos de guerra.

A pesar de la enorme cantidad de objetos lapidarios en piedra verde del Templo Mayor, se habían hecho pocos estudios para determinar cuáles eran jadeítas (Ruvalcaba et al. , 2013). Para conocer su composición química e identificación mineralógica, durante los últimos años se han realizado varios análisis no destructivos ni invasivos en colaboración con el Dr. José Luis Ruvalcaba, el Dr. Jesús Arenas y la Dra. Cristina Zorrilla, todos del Instituto de Física de la UNAM . De esta manera pudimos detectar 20 piezas de jadeíta, distribuidas en el Huey Teocalli, el Templo Rojo del Sur y la Casa de las Águilas.

 

• Emiliano Ricardo Melgar Tísoc. Doctor en antropología por la UNAM. Investigador del Museo del Templo Mayor. Coordinador del proyecto “Estilo y tecnología de los objetos lapidarios en el México antiguo”.

• Reyna Beatriz Solís Ciriaco. Doctora en antropología por la UNAM. Investigadora del proyecto “Estilo y tecnología de los objetos lapidarios en el México antiguo”.

 

Melgar Tísoc, Emiliano Ricardo, Reyna Beatriz Solís Ciriaco, “Objetos mayas de jadeíta en el Templo Mayor de Tenochtitlan”, Arqueología Mexicana, núm. 140, pp. 48-51.

 

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