Reencuentro con la Mérida ancestral. T’hó, una ciudad maya antigua bajo una ciudad maya moderna

Josep Ligorred, Luis Barba

Los programas de seguimiento de obras de infraestructura urbana y el empleo de prospección geofísica en el Centro Histórico de Mérida han permitido que T’Hó –ciudad maya mencionada en los documentos históricos– se haga presente en las investigaciones y discusiones arqueológicas actuales, gracias a los materiales recuperados en el subsuelo de las áreas del centro y a la verificación de los datos generados a partir de la prospección.

Durante la conquista los edificios de la ciudad maya de T’Hó sirvieron como cantera para la construcción de Mérida. De las crónicas históricas y planos antiguos de Mérida se deduce la importancia que alguna vez tuvo T’Hó en el panorama regional, sólo comparable en Yucatán con Chichén Itzá, Uxmal e Izamal. La antigua T’Hó fue desapareciendo gradualmente para ceder paso a la Mérida colonial y contemporánea, hasta el punto de que sus últimos basamentos monumentales fueron destruidos en el siglo XX. Recientes estudios e investigaciones con tecnologías modernas, muestran que aún quedan bajo el subsuelo del Centro Histórico de Mérida importantes vestigios de esta gran y poco conocida ciudad maya de más de 2 000 años de antigüedad.

 

De las crónicas mayas y coloniales

 

Los edificios de T’Hó, según refiere fray Diego de Landa en el siglo XVI, alcanzaban una altura “que espanta” y eran de tal “extrañeza y grandeza”, que hicieron que los conquistadores españoles fundaran “aquí una ciudad y llamáronla Mérida”, en recuerdo de la ciudad de ese mismo nombre en Extremadura, caracterizada por sus antiguas construcciones romanas. Landa incluso elaboró un croquis de una de esas notables construcciones mayas, que pudo observar en el centro de la joven ciudad de Mérida. En ese croquis pueden observarse cuatro edificios que conforman una plaza construida sobre una plataforma monumental más antigua que la plaza superior.

Hasta principios del siglo XX, en el Centro Histórico de Mérida aún era posible sorprenderse con los vestigios de dos de los principales basamentos mayas prehispánicos, el del Cerro de Baklu’umchan, rebautizado como de San Antón, en el barrio de San Cristóbal –que ocupaba el espacio entre las calles 52, 48, 65 y 69– y el del Cerro de San Benito, sobre el cual se construyó a principios de la Colonia el convento de San Francisco, que posteriormente fue la Ciudadela de San Benito, ubicado en las calles 54, 56 y 65 y 69. Estas grandes plataformas mayas, sobre las que debieron levantarse dos de los principales templos y palacios de T’Hó, ocuparon una superficie de más de 20 000 m2 cada una de ellas, de acuerdo con la documentación histórica y algunos registros fotográficos (Archivo Guerra de la UADY).

 

Ligorred, Josep, y Luis Barba, “Reencuentro con la Mérida ancestral. T’hó, una ciudad maya antigua bajo una ciudad maya moderna”, Arqueología Mexicana núm. 99, pp. 64-69.

 

• Luis Alberto Barba Pingarrón. Ingeniero químico industrial de la ESIQIE, IPN, maestro en geología arqueológica por la Universidad de Georgia, E.U.A., doctor en antropología por la UNAM. Coordinador del Laboratorio de Prospección Arqueológica del iia de la UNAM. Miembro del Comité Permanente del Simposio Internacional de Arqueometría.

• Josep Ligorred. Arqueólogo por la ENAH y maestro en ciencias antropológicas por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Encabeza el Departamento de Patrimonio Arqueológico y Natural del Municipio de Mérida (DPANM), integrado a la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento. Maestro de la Facultad de Arquitectura de la UADY

 

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