Mexica

Aunque es frecuente encontrar que a los miembros de esta cultura se les dé el nombre de aztecas, lo cierto es que es más correcto llamarlos mexicas. La primera denominación deriva de Aztlan, el lugar de origen del grupo, al parecer situado al noroeste de Mesoamérica. En la época prehispánica era común que los miembros de una sociedad recibieran su nombre de acuerdo al del lugar en que vivían. Es por ello que, una vez que fundan en hacia 1325 d.C. su capital México-Tenochtitlan, deciden llamarse a sí mismos mexicas o tenochcas. Los de la ciudad gemela de Mexico-Tlatelolco se identificarían como tlatelolcas.

Los mexicas fueron la sociedad que dominaba la mayor parte del territorio mesoamericano al momento de la conquista española. Para entonces –a pesar de una historia relativamente corta (de aproximadamente 350 años: entre 1150 y 1521 d.C.), en comparación con el largo tiempo en que se desarrollaron otras culturas en la región–, no sólo habían fundado y llevado a su apogeo dos grandes ciudades, sino que habían logrado establecer su dominio, por la fuerza de las armas, sobre la mayoría de los pueblos de la época. Como las sociedades que la precedieron, la mexica estaba conformada por varios grupos: campesinos, artesanos, comerciantes, guerreros, sacerdotes y gobernantes, en gran medida unidos por un origen y una cultura comunes, en la que la religión jugaba un papel fundamental. Además de un estilo arquitectónico característico, fundado en sus creencias religiosas, la expresión artística más conocida de la cultura mexica la constituyen las esculturas en piedra dedicadas a representar ya sea a sus dioses u otros aspectos de su rica y complicada cosmovisión religiosa, en mucho alimentada por la de culturas anteriores e incluso por la de los propios pueblos conquistados.

Tomado de Enrique Vela, Arqueología Mexicana, Especial 34, Culturas prehispánicas de México.

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