Arquitectura del templo de Quechula, Chiapas

Carlos Navarrete Cáceres

Quechula, Chiapas, un templo del siglo XVI que se niega a morir

Por otra parte, desde mediados de siglo principió el proceso de secularización de las doctrinas y su conversión en parroquias. Empero, Quechula se mantuvo en manos de los dominicos por lo menos hasta entrado el siglo XIX.

La decadencia del pueblo se reflejó en las condiciones del templo, cuyo declive parece iniciarse en el último cuarto del siglo XVII. En 1700 un incendio arruinó totalmente el poblado y se depauperaron sus anexos. Aun así, en 1760 las condiciones para el trabajo religioso eran aceptables: “Este pueblo de Quechula tiene Yglesia parroquial de texa, i todo lo demás necesario para la decencia del Ssmo Sacranto No tiene qe reparar esta iglesia”. Durante esos años los servicios religiosos se extendían río abajo hasta las riveras de Los Naranjos y Mescalpa, cuya carencia de auxilios espirituales –bautizos, casamientos y sacramentos– impelía a sus pobladores a navegar río arriba, en arduas jornadas, a buscarlos aquí.

La “iglesia vieja”

El primer investigador en ponerle atención fue Heinrich Berlín (1942), quien advirtió semejanzas con el templo de Tecpatán y publicó una fotografía de la fachada. Por lo demás permaneció inédita para la historia de la arquitectura virreinal.

De planta corrida, la nave se orienta al oeste. Mide 61.40 m de largo, 14.00 m de ancho y los muros 10.35 m de altura interior están construidos de mampostería. Desconocemos la delimitación del espacio sagrado, pero la cruz atrial estaba a 18.00 m de la puerta. De aquélla se conserva un basamento rematado en doble moldura, sobre el que descansa la media esfera que soportaba la cruz.

De la fachada se mantienen 15.50 m de pie, construida totalmente de tabiques cocidos, incluyendo el caracol. Se divide en dos cuerpos más la espadaña. El primero es de apariencia basta, pesada, suficiente para soportar y equilibrar visualmente la solidez de la espadaña. A los lados del arco frontal se disponen verticalmente dos fajas lisas que bajan de la cornisa, prolongándose hasta las esquinas redondeadas, con lo que se aligera la perspectiva del conjunto.

Imagen: Un rasgo notable del templo de Quechula es la esquina curva que hace juego con la torre del caracol. Foto: Carlos Navarrete. Detalles de la torre del templo de Quechula: a) enmarcamiento del acceso; b) antecámara; c) acceso al coro; d) lavatorio de la sacristía. Dibujos: Eduardo Martínez .

Carlos Navarrete Cáceres. Doctorado Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala y por la UNICACH, Chiapas. Coordina los proyectos: “Cristos negros mesoamericanos. Esquipulas: origen, difusión y culto popular” y “Rutas de comunicación prehispánicas en las Tierras Altas mayas”. Investigador en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Navarrete Cáceres, Carlos, “Quechula, Chiapas, un templo del siglo XVI que se niega a morir”, Arqueología Mexicana, núm. 182, pp. 16-23.