¿Dragones en Mesoamérica?

Manuel A. Hermann Lejarazu

Desde hace algún tiempo ha existido el debate, entre diversos especialistas dedicados a la religión mesoamericana, si debemos llamar o reconocer como “dragones” a las elaboradas representaciones serpentinas que aparecen en pinturas, cerámica o escultura cuyos rasgos icónicos son difíciles de congeniar con alguna especie de víbora en particular.

Como la palabra “dragón” nos remite inmediatamente a las figuras fantásticas de la literatura europea o, incluso, a las imágenes del Lejano Oriente, su aplicación al entorno mítico mesoamericano ha provocado cierto rechazo por parte de los estudios.

Para Miguel Rivera Dorado (2010, p. 85), los dragones son aquellos reptiles que presentan una notable alteración en su aspecto zoomorfo real, ya sea a través de una modificación anatómica sustancial, una adición de características que pertenecen a otro tipo de animales o, bien, por la exagerada ornamentación de adornos y atributos. Por lo que, para este autor, los tradicionales dragones europeos u orientales se componen de elementos que provienen de felinos, aves y peces.

Por su parte, Mercedes de la Garza (1998, p. 49) señala que, dentro de la cosmología maya, existe un ser que representa el nivel celeste al que se le ha denominado “dragón”, debido a su semejanza con otra entidad mítica que aparece en diversas religiones del mundo y que se define como una serpiente revestida con las características de otros animales, principalmente de las aves. La misma autora precisa que el sustantivo latino dráco, serpiente, proviene del verbo dercomai, “ver”, acción que señala la intensidad de la mirada fija y paralizante de la serpiente (De la Garza, 1998, p. 163, n. 85).

Imagen: El gran dragón en el Liber Floridus, obra de Lambert de Saint-Omer, siglo XII. Foto: Archivo De Manuel Hermann.

Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el CIESAS-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Hermann Lejarazu, Manuel A., “¿Dragones en Mesoamérica?”, Arqueología Mexicana, núm. 183, pp. 74-75.