El Palacio de Gobierno olmeca

Ann Cyphers

El Palacio de Gobierno

Los complejos arquitectónicos planificados eran el foco de comportamientos específicos en el pasado mesoamericano, y su análisis puede conducir a una mejor comprensión de las prácticas y creencias que se relacionan con la administración política y religiosa, el ceremonialismo, la identidad y la diferenciación social.

En particular, el Palacio de Gobierno de San Lorenzo consiste en un complejo arquitectónico con una ubicación céntrica en la cima de la Gran Meseta, el cual destaca por tener una concentración de monumentos de piedra que, por su forma y tema, se relacionan con los gobernantes. La ausencia de un ajuar doméstico indica la ausencia de funciones residenciales.

Se encuentra profundamente enterrada en un terreno sin vestigios visibles de construcción olmeca en la superficie. Afortunadamente una gran parte del recinto enterrado sigue intacta a pesar de alteraciones recientes, lo cual proporciona una oportunidad extraordinaria para investigar la sede de poder en San Lorenzo, un contexto de elite para las actividades administrativas y ceremoniales.

Antes de los trabajos del Proyecto Arqueológico San Lorenzo Tenochtitlán, tres arqueólogos excavaron en el lugar sin saber qué era, porque se concentraron en la búsqueda de monumentos y no en la arquitectura.

De hecho, la arquitectura de esta forma y magnitud no hubiera sido percibida debido a las ideas preexistentes sobre el bajo nivel de desarrollo sociopolítico de los olmecas. Aun Michael Coe, quien no compartía esa idea, no lo comprendió por su tamaño y profundidad estratigráfica.

Imagen: Vista al sur del terreno donde yace el Palacio de Gobierno, profundamente enterrado. Foto: Ann Cyphers.

Ann Cyphers. Doctora en historia por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Especialista en el periodo Preclásico (Formativo) y, en particular, en la civilización olmeca.

Cyphers, Ann. “El Palacio de Gobierno”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 104, pp. 72-79.