El portal estelar teotihuacano

Nicolas Latsanopoulos

La decapitación del depredador cósmico en Teotihuacan

La vasija de Azcapotzalco y el caso del “felino estelar

Veamos ahora el caso del portal. El arte de Teotihuacan se caracteriza por ser de naturaleza esencialmente religiosa, con sacerdotes involucrados en ritos y procesiones ceremoniales, emblemas sacros y dioses en manifestaciones numinosas.

Las representaciones de teofanías incluyen generalmente un portal a través del cual las potencias sagradas suelen aparecer o transitar. Por lo general, este portal adopta la forma de un arco conformado por un número variable de bandas, generalmente decoradas (con series de medias estrellas, triángulos, signos de “tres montañas”, etc.), y con una franja de plumas en su exterior. Se entiende mejor aquel dispositivo en un magnífico ejemplo tri-dimensional hallado en el conjunto palaciego de Xalla, donde un felino prodigioso brinca a través de un portal parecido a un holgado tocado, en una composición por cierto análoga a la de la vasija de Azcapotzalco.

La función de este portal es de abrir un espacio de comunicación entre el mundo humano y el mundo sobrenatural donde radican las fuerzas divinas, tanto celestes como inframundanas. Llegado a este punto, podemos sugerir que el tema de la vasija de Azcapotzalco consiste en una escena de oblación sacrificial donde un felino sobrenatural aparece a través de un portal para recibir la ofrenda de corazones.

El correcto recibimiento de la ofrenda se traduce aquí por su devoración. En la lógica de esta metáfora alimenticia, el éxito de la plegaria está garantizado por el consumo del corazón. La presencia de gotas de agua en otras escenas de cardiofagia indica que una de las finalidades de la ofrenda de corazones era seguramente la obtención de lluvias nutridas.

Imagen: Izquierda: Escultura de un felino sobrenatural que se encontró desmantelada frente el Edificio E2 de la plaza central del conjunto palaciego de Xalla, Teotihuacan. Dibujo: Nicolas Latsanopoulos. Derecha: Gotas de agua, como símbolo de fertilidad, asociadas a escenas de cardiofagia.  Cabeza de una serpiente emplumada con un corazón sangriento frente al hocico y lluvia en forma de gotas con un ojo elongado. Decoración de una vasija estucada y pintada (según dibujo de Abel Mendoza).

Nicolas Latsanopoulos. Maestro por la Escuela Práctica de Altos Estudios, París. Realiza su doctorado en ciencias de las religiones en la EPHE. Trabaja como dibujante especializado en arqueología.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Latsanopoulos, Nicolas, “La decapitación del depredador cósmico en Teotihuacan”, Arqueología Mexicana, núm. 180, pp. 58-63.