Los objetos de concha

Adrián Velázquez Castro

La investigación sobre los objetos de concha encontrados en las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlan dio inicio en 1993, con mi ingreso como investigador de tiempo completo al inah, adscrito al Museo del Templo Mayor. El primer proyecto que planteé se tituló “Análisis y catalogación de objetos de concha del Templo Mayor”, cuyo objetivo era comprender por qué se colocaron las piezas de conchas de moluscos en las ofrendas tenochcas. Se realizó la clasificación tipológica de los materiales, con la cual fue posible conocer el repertorio de formas que integraban el universo de estudio. Resultado de ello fue el libro Tipología de los objetos de concha del Templo Mayor de Tenochtitlan (1999).

Posteriormente se estudió el simbolismo de las piezas, tomando como base sus formas, su ubicación en las diferentes ofrendas en el recinto sagrado de Tenochtitlan, su emplazamiento dentro de ellas y su asociación con otros elementos. Esta información se complementó con datos de las fuentes históricas, de los documentos pictográficos, de otros materiales arqueológicos y, por supuesto, con trabajos de otros investigadores sobre la religión mexica. Los resultados se publicaron en el libro El simbolismo de los objetos de concha encontrados en las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlan.

En 1997 iniciamos una nueva etapa en la investigación de los objetos de concha tenochcas con el proyecto “Arqueología experimental en materiales conquiológicos”. En esta ocasión el objetivo era conocer las técnicas e instrumentos que se emplearon para la elaboración de las piezas. El reto era grande ya que por lo general esta temática se estudia por medio de las llamadas evidencias de producción (las piezas falladas y descartadas junto con sus instrumentos de trabajo), las cuales estaban ausentes en las ofrendas de Tenochtitlan, ya que en ellas se depositaron casi únicamente objetos terminados. Para subsanar estas deficiencias de información optamos por la “arqueología experimental”. Así, se reprodujeron –en conchas modernas de las mismas especies con las que se elaboraron las piezas arqueológicas– las diferentes modificaciones que se hacían para transformarlas en objetos (desgastes, cortes, perforaciones, incisiones, etc.). Para decidir los procesos de trabajo y los instrumentos con que se llevarían a cabo los experimentos se realizó una investigación tanto en las fuentes históricas del siglo XVI como en los estudios de otros especialistas en el tema, ya fuera en México o en otras partes del mundo.

Para establecer con mayor precisión las técnicas usadas en la antigüedad, se analizaron las huellas de manufactura hechas experimentalmente y se compararon con las que presentaban las piezas arqueológicas. Ello se hizo a simple vista, con microscopía estereoscópica de bajas amplificaciones y con microscopía electrónica de barrido. Esta última técnica permitió plantear en el año 2000 el proyecto “Técnicas de manufactura de los objetos de concha del México prehispánico”, en el que se estudiaron no sólo las piezas de la gran Tenochtitlan sino de otros sitios, regiones y épocas de México. Uno de los principales logros en esta línea de investigación fue la obra “La producción especializada de los objetos de concha del Templo Mayor de Tenochtitlan”. Dicho proyecto continúa hasta la fecha como un programa permanente, integrado por un equipo multidisciplinario en el que participan arqueólogos, biólogos, conservadores, físicos, químicos y estudiantes de arqueología de diferentes niveles.

 

Adrián Velázquez Castro. Doctor en arqueología. Coordinador del Taller de Malacología e investigador del Museo del Templo Mayor.

Velázquez Castro, Adrián, “Los objetos de concha”, Arqueología Mexicana, edición especial, número 56, p. 83-84.