Trono del Templo XIX, Palenque, Chiapas

Enrique Vela

Los dignatarios mayas se ven en los códices y en los monumentos sentados en una banqueta a la que se le ha llamado genéricamente trono, y en algunos edificios se han localizado “las originales” hechas de piedra. En el Templo XIX de Palenque, Chiapas, fue encontrada una de éstas en la temporada 1999 del Proyecto Arqueológico Grupo de las Cruces. Este trono está hecho de mampostería y adornado en tres de sus lados con escenas palaciegas talladas hermosamente en lajas de piedra caliza, que recubrían la burda mampostería.

En la escena del lado sur se grabó la ascensión al mando de K’inich Ahkal Mo’ Nah’b, uno de los reyes de Palenque, que tuvo lugar el 30 de diciembre de 721 d.C. Las inscripciones jeroglíficas, que inician en la parte superior izquierda, tienen la fecha 3309 a.C., que hace referencia a la antigua historia mítica de Palenque, cuando el dios GI –uno de los dioses más importantes en Palenque– ascendió al trono, hecho que fue atestiguado por Itzamnaaj, un dios al que se llamaba “gobernante de los cielos”. Esta inscripción es un intento de relacionar al gobernante K’inich Ahkal Mo’ Nah’b con un origen divino.

K’inich Ahkal Mo’ Nah’b se ve en medio de dos filas de dignatarios que convergen hacia él. Lleva una diadema de dios del Sol y su tocado de gobernante de Palenque está a su lado izquierdo. El mandatario mira hacia un sacerdote ricamente vestido y con tocado que representa al dios Itzamnaaj, quien le presenta una diadema de tela con la cara de un dios. Los personajes atrás de este sacerdote llevan tocados cónicos y bolsas de incienso con asas de piel de jaguar. Los personajes que se ven a espaldas de K’inich Ahkal Mo’ Nah’b llevan plumas en sus tocados y es notorio que el primero está sentado a la manera del mandatario y no de perfil, como los otros.

 

Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial.

Vela, Enrique, “Trono del Templo XIX, Palenque, Chiapas”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 44, pp. 22-23.