ce calli (1 casa)

Posición en la secuencia de trecenas: 15.

 

Patronos: Itzpapálotl, “mariposa de obsidiana”: diosa-madre delos cazadores nómadas o chichimecas del norte.

 

El quintodécimo signo se llama ce calli. Decían que este signo era mal afortunado y que engendraba suciedades y torpedades. Cuando reinaba descendían las diosas que se llaman cihuateteu y hacían los daños que arriba, en otras partes, se han dicho. Todos los médicos y las parteras eran muy devotos deste signo, y en sus casas le hacían sacrificios y ofrendas.

Los que nacían en este signo decían que habrían de morir de mala muerte, y todos esperaban su mal fin. Decían que o muriría en la guerra o dería en ella captivo o muriría acuchillado en la piedra del desafío o le quemarían vivo o le estrujarían con la red o le achucarían o le sacarían las tripas por el umbligo o le matarían en el agua a lanzadas o en el baño asado. Y si no muría alguna destas muertes, cayería en algún adulterio, y así le matarían juntamente con el adúltera, machucándoles las cabezas ambos juntos. Y si esto no, decían que sería esclavo, que él mesmo se vendería y comería y bebería su precio. Y ya que ninguna destas cosas le aconteciese, siempre viviría triste y descontento. Y sería ladrón o salteador o robador o arrebatador o gran jugador, y sería engañador en el juego, o perdería todo cuanto tenía en el juego, y aun hurtaría a su padre y madre todo cuanto tenía para jugar. Y ni tendría con qué se cubrir, ni alhaje ninguna en su casa. Y aunque tomase en la guerra algunos captivos, y por esto le hiciesen tequihua, todo le saldría mal. Y por mucho que haga penitencia desde pequeño, no se podrá escapar de mala ventura.

Y si era mujer la que nacía en este signo, también era mal afortunada: no era para nada, ni para hilar, ni para texer, y boba y tocha, risueña, soberbia vocinglera. Anda comiendo tzictli y será parlera, chismera, infamadora. Sálenle de la boca las malas palabras como agua, y escarnecedora. Es holgazana, perezosa, dormilona, y con estas obras viene siempre a acabar en mal y a venderse por esclava.

Y como no sabe hacer nada ni moler maíz, ni hacer pan, ni otra cosa ninguna, su amo vendíala a los que trataban esclavos para comer, y ansí venía a murir en el tajón de los ídolos.