En el marco del Día Internacional de los Museos, en el evento celebrado bajo estrictas medidas sanitarias en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, autoridades del INAH destacaron que este reconocimiento es un acto de optimismo, pues ella es la encarnación de esa actitud, gracias a su buen humor, gusto por la vida, por la diversidad cultural, por la tarea del Instituto y por el servicio a los demás.
Como una distinción a su notable trayectoria en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y a su valiosa contribución en el ámbito de la museología, autoridades de la institución rindieron un merecido homenaje a la etnóloga Julieta Gil Elorduy, en el cual le fueron entregados un reconocimiento y una medalla de plata con la figura de la Piedra del Sol.
Un reconocimiento muy merecido a la etnóloga Julieta Gil Elorduy, cuya trayectoria profesional está estrechamente ligada el INAH por más de cinco décadas, pues ha estado vinculada a todas las tareas sustantivas del Instituto: identificación, investigación, clasificación, conservación y difusión del patrimonio y de los acervos culturales de los mexicanos y del mundo entero.
En el marco del Día Internacional de los Museos, en el evento celebrado bajo estrictas medidas sanitarias en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, autoridades del INAH destacaron que este reconocimiento es un acto de optimismo, pues ella es la encarnación de esa actitud, gracias a su buen humor, gusto por la vida, por la diversidad cultural, por la tarea del Instituto y por el servicio a los demás.
“No olvidemos que, además de las labores prioritarias del INAH en la preservación del patrimonio cultural, ante todo, está el servir a la sociedad, como lo ha hecho Julieta Gil, en particular con el patrimonio documental de la comunidad de San Miguel Amatlán, Oaxaca”, mencionaron en la ceremonia en la cual también estuvieron representantes del Comité Mexicano del Consejo Internacional de Museos y de la localidad oaxaqueña.
Este acto es un reconocimiento muy merecido a la querida Julieta Gil, cuya trayectoria profesional está estrechamente ligada el INAH, por más de cinco décadas, pues ha estado vinculada a todas las tareas sustantivas del Instituto: identificación, investigación, clasificación, conservación y difusión del patrimonio y de los acervos culturales de los mexicanos y del mundo entero. La etnóloga ha compartido su perspectiva sobre la responsabilidad que recae en los antropólogos, los historiadores, los restauradores y los museógrafos, quienes están atentos a las inquietudes de las comunidades, al debate de la academia, a las necesidades que plantea la sociedad para entender, conservar y poner a su disposición el patrimonio cultural.
En su intervención, Julieta Gil Elorduy recordó que fue en la casa de la maestra normalista Herlinda Ogazón, la cual destilaba mexicanidad debido a diversos objetos de arte popular y tradicionales, donde le nació el amor por la diversidad cultural de México, aunado a que, gracias a la docente, conoció el edificio de la Secretaría de Educación Pública, lleno de manifestaciones de arte y educación, lugar donde el civismo y la idea de patria se hacían presentes.
César Moheno dijo que, cuando Gil Elorduy dirigía el Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, fue una de las primeras impulsoras para que las comunidades y pueblos afromexicanos fueran reconocidos como sujetos fundamentales de la historia y la vida de México; aseguró que su trayectoria en los museos, es la confirmación de que en cualquiera de estos recintos, la educación, la libertad y la comunidad, son ideas clave.
Con información de la Dirección de Medios de Comunicación del INAH.