El calendario mesoamericano más antiguo es el de 260 días. Como todos los pueblos de la región usaron este calendario, se le considera uno de los rasgos culturales que definen las fronteras de Mesoamérica en términos geográficos, y que separa a las culturas de esta última –que tienen un origen común– de otras desarrolladas fuera de la zona mesoamericana. La unidad temporal de 260 días constituye el “calendario sagrado”, que combina 20 días con 13 numerales (20 x 13 = 260). Este calendario ritual se llamó tonalpohualli entre los mexicas y piye entre los zapotecos.
Tomado de Joyce Marcus, “Los calendarios prehispánicos”, Arqueología Mexicana, núm. 41, pp. 12-19.