Durante la época prehispánica, en el territorio que actualmente se conoce como Centroamérica se desarrolló un amplio conjunto de pueblos con rasgos culturales particulares y con un alto grado de complejidad. Dicho desarrollo se derivó en buena medida de la capacidad de los pueblos centroamericanos para explotar eficientemente la pródiga naturaleza de la región. Otro factor determinante en la evolución de esos pueblos fue su peculiar posición geográfica, pues se encontraban entre dos de las principales áreas culturales de la América antigua: Mesoamérica y el Área Andina. La zona en la que se presentaban rasgos culturales característicos del área mesoamericana corría a lo largo de la costa del Pacífico y cubría desde la parte media de Honduras hasta el norte de Costa Rica. La región centroamericana constituyó la frontera sur de Mesoamérica y, por ello, a lo largo de los distintos periodos se presentaron diferentes niveles de relación con los pueblos de esta área, lo cual dio como resultado la constante expansión o retracción de la zona con rasgos mesoamericanos.

Tomado de Vela y Solanes, Arqueología Mexicana, Especial 5, Atlas del México prehispánico.