Escondidas entre las breves elevaciones del plano kárstico de la península de Yucatán, cercanas a Oxkutzcab, se localizan las grutas de Loltún (flor de piedra). De este conjunto de cámaras y cavidades unidas por túneles —en las que hay registros de ocupación humana temprana que le otorgan gran importancia arqueológica y atractivo turístico— sobresale la cavidad Huechil (armadillo), reconocible por su bóveda agrietada que al quedarse sin una parte de techo permite la entrada de luz. Es justo en excavaciones de sus abrigos rocosos donde, sorpresivamente, se han recuperado restos de fauna del Pleistoceno-Holoceno que permiten sugerir que Loltún ha funcionado como una trampa para animales circundantes y transeúntes desde hace por lo menos 30 000 años.
Uno de los órdenes descubiertos al excavar diferentes capas de suelo es el de los roedores (Rodentia), del cual se encontraron huesos fosilizados de géneros entre los que se incluyen Heteromys, Sigmodon, Oryzomys y Ototyolomys, roedores que actualmente habitan la península, y algunos de ellos incluso circundan la cueva. La observación detallada de la forma de las piezas permitió a los expertos identificara nivel de especie algunas de ellas; no obstante, al comparar su tamaño respecto a los individuos modernos (que actualmente habitan la región) notaron diferencias suficientes para sugerir que pertenecían a una forma distinta, quizás a un ancestro. Esta duda quedó sin resolverse por más de cuatro décadas.
Las diferencias de abundancia de fósiles en las distintas capas de la cueva también permiten sugerir cómo eran los ecosistemas en el exterior de la cueva. Estudios futuros con genes que evolucionan a otro ritmo, es decir, de resolución distinta para dar más detalle, permitirían entender la dinámica climática en la que habitaban los humanos que dejaron huella en Loltún.
Tania Anaid Gutiérrez García. Doctora en ciencias por parte de la UNAM, ha sido profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara (2015-2024), además de miembro nivel 1 del SNI (2014-2020). Actualmente, es escritora e investigadora independiente.
Tomado de Tania Anaid Gutiérrez García, “Estudios zoológicos y ADN antiguo: roedores en el contexto evolutivo”, Arqueología Mexicana, núm. 190, pp. 52-56.