A los compañeros de Malpaso
En el año de 1966 dieron comienzos los trabajos arqueológicos en el área de la Presa Nezahualcóyotl en Chiapas. El INAH se aprestó a atender los muchos vestigios arqueológicos que se habían detectado en un recorrido previo, como resultado del cual se escogieron los lugares a excavar. Dos grandes sitios (San Isidro y San Antonio) y otros menores se incluyeron en la lista. Al frente de la expedición quedó el arqueólogo Carlos Navarrete (IIA), y se contó con el apoyo de la New World Archaeological Foundation y su director, Gareth Lowe, así como de los arqueólogos Thomas Lee y Pierre Agrinier. Por parte del INAH fuimos varios los que llegamos al lugar en diferentes momentos, como Eduardo Pareyón, Raúl Arana, Rubén Cabrera, Miguel Medina y otros más, con la invaluable colaboración de Eduardo Martínez. Así las cosas, el campamento que nos preparó la Comisión Federal de Electricidad se ubicaba en Malpaso, pequeña población que por las obras de ingeniería de la presa contaba con miles de trabajadores, algunos que huían de la justicia y se refugiaban por aquellos lares (había uno al que llamaban “el Diablo”) y 25 chicas que vivían de aquellos trabajadores. Otra mujer era la dueña de una especie de miscelánea que lo mismo vendía productos farmacéuticos que cubetas para el aseo. No puedo dejar de mencionar al “Pacorro”, un cura que se la pasaba de un lado a otro ejerciendo su ministerio.
Un buen día Carlos Navarrete tuvo que regresar momentáneamente a la Ciudad de México y me dejó al frente del grupo. Diariamente se pasaba por el correo del lugar, que no era otra cosa que una habitación de láminas donde se encontraba un señor gordo, viva imagen del burócrata, para recoger las cartas que nos enviaban novias, amantes y autoridades del INAH. Estábamos en espera de un giro por cierta cantidad de dinero, que debería llegar por esos días de parte del profesor José Luis Lorenzo. Diario preguntábamos si acaso había llegado el giro, y la respuesta era negativa. En una de mis visitas a la “oficina” del correo, el gordo me mandó llamar y me dijo:
–Oiga usted, ¿entre ustedes hay pleitos? Pues resulta que la oficina fue robada anoche y se llevaron cartas y seguramente el giro que esperan.
Quedé sorprendido. Debo aclarar que por entonces yo era tartamudo y le contesté al señor:
–Qué… qué raro. Todos sooomos amigos.
–Pues ya avisé a la procuraduría en Tuxtla Gutiérrez para que vengan a investigar el caso.
Salí de ahí aterrado y pensando “a las únicas gentes honradas que estamos en este pueblo este tipo nos acusa del robo”.
Pasé días de angustia hasta que regresó Carlos. Le conté lo ocurrido y me dijo:
–No te preocupes, ahora mismo voy a ver al gordo.
–Ya hablé con el tipo y me dijo que piensa que el culpable sos vos, pues cuando te relató el hecho empezaste a tartamudear… Yo le dije que eras más tartamudo que Demóstenes y que nosotros pensábamos que el culpable era él, pues había visto nuestro interés por cobrar el giro que tanta falta hacía.
Nunca llegaron los agentes de Tuxtla; Lorenzo nos envío otro giro y todo continuó normal. Quizá los ladrones ni siquiera sabían que un giro monetario no puede ser cobrado por cualquier persona, sino por el destinatario. En fin, los hallazgos de la Presa Nezahualcóyotl dieron buenos resultados no sólo en cuanto a lo prehispánico, sino que se lograron salvar algunos objetos coloniales de una iglesia que había sido sepultada por las aguas… Pero ésta es otra historia, como también lo es lo de las faldas de tehuana que se implementaron para ir al baño. Ya lo comentaremos en otra ocasión.
Imagen: Izquierda: A mediados de 1966 comenzó el cierre de la presa Malpaso o Nezahualcóyotl, con lo cual se dio la consecuente inundación del área. Esta foto fue tomada durante los trabajos de arqueología en la zona de San Isidro, Chiapas; se observa el montículo central que divide las dos canchas del juego de pelota. Foto: Eduardo Matos Moctezuma. Derecha: Estampilla de la presa Nezahualcóyotl, Chiapas, 1964. Talleres de impresión de estampillas y valores, SHCP. Digitalización: raíces.
Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.
Matos Moctezuma, Eduardo, “El robo al correo de Malpaso, Chiapas”, Arqueología Mexicana, núm. 164, pp. 84-85.