Marcela Zapata Meza
En el verano de 2009 arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel descubrieron una sinagoga del siglo I en la antigua ciudad de Taricheae (Magdala), en la región de Galilea, al norte de Israel. A raíz de esto, la Universidad Anáhuac México Sur, en convenio con el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, recibió junto con esta institución, por primera vez, licencia para realizar trabajos en el campo de la arqueología bíblica.
En mayo de 2010, por primera vez en la historia de la arqueología mexicana, un grupo de investigadores nacionales fue avalado por la Autoridad de Antigüedades de Israel para dirigir un proyecto de arqueología bíblica en la antigua ciudad de Magdala, a orillas del Mar de Galilea o Kinneret. Dicho proyecto está dirigido por la Universidad Anáhuac México Sur en convenio con el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam.
La metodología aplicada en el Proyecto Arqueológico Magdala es de carácter interdisciplinario y se divide en tres etapas:
1. Se utilizó la prospección geofísica como primer paso de acercamiento y conocimiento del sitio.
2. Después de la prospección, se llevó a cabo la excavación extensiva, estableciendo con precisión los niveles de ocupación mediante la asociación de materiales arqueológicos, el registro de áreas de actividad y su relación con las diferentes estructuras; una característica de esta metodología es la recuperación de datos y objetos por medio del registro tridimensional como una de las mayores fuentes de información.
3. Por último, la información proporcionada por los análisis de materiales arqueológicos, así como los correspondientes análisis de residuos químicos, macro restos y botánica ayudan a presentar una visión mucho más certera del pasado del hombre.
El Proyecto Arqueológico Magdala se enfoca, principalmente, en conocer la forma de vida de las personas que habitaron el pueblo de Magdala durante el siglo i (63 a.C.-70 d.C.). Para ello es importante trabajar cada uno de los procesos sociales y culturales relacionados con cada periodo de ocupación en Magdala; también es necesario identificar los factores tanto internos como externos que tuvieron repercusiones en el estilo de vida y en las costumbres domésticas y rituales, eventos como el paso de las tropas romanas por la región de Galilea, la destrucción del Templo de Jerusalén en 70 d.C. y el terremoto de 749 d.C.
Dicho proyecto tiene como antecedente el que en agosto de 2009, durante los trabajos de salvamento arqueológico realizados por los arqueólogos Dina Avshalom-Gorni y Arfan Najjar de la Autoridad de Antigüedades de Israel, fuera descubierta en las ocho hectáreas de terreno pertenecientes a la compañía Arke New Gate, una serie de estructuras domésticas y públicas fechadas para el siglo i o periodo del Segundo Templo: un espacio abierto con una distribución arquitectónica a manera de mercado con cuartos delimitados por una calle que va de norte a sur, un conjunto de unidades habitacionales y una sinagoga que se ha registrado como la primera a orillas del Mar de Galilea y la séptima en todo Israel para ese periodo.
Al centro de la sinagoga se descubrió una piedra-altar o bimá que sirvió como soporte para los rollos de la Torá, cinco de cuyas caras están talladas en altos y bajos relieves. Esta piedra-altar ha sido interpretada por la Dra. Rina Talgam como representación del sancto sanctorum del Segundo Templo de Jerusalén, ya que en su cara que mira al sur está la primera representación de la menorá (candelabro de aceite de siete brazos) fuera del Templo de Jerusalén para ese periodo, dos ánforas y varios elementos que eran exclusivos del recinto más sagrado para el judaísmo del siglo i, además de una serie de arcadas que figuran la entrada a ese gran templo.
En la cara que mira al norte está grabado el carro de fuego del profeta Elías, lo cual ha hecho que los especialistas en arte religioso afirmen que esta piedra-altar en su conjunto simboliza la unión entre el Primer Templo atribuido a Salomón y el Segundo Templo de Jerusalén.
Asociados a estas estructuras se registraron materiales arqueológicos como monedas, vidrio y cerámica, que ubican estos descubrimientos en el siglo i, momento en que los judíos fueron sometidos por una ocupación romana que culminó con la destrucción del Templo de Jerusalén en 70 d.C. A este periodo de ocupación romana, las fuentes cristianas como los evangelios, y las no cristianas como el Talmud, el historiador Flavio Josefo, Plinio el Joven y Tácito se refieren como la época en la que vivió Jesús de Nazaret.
Marcela Zapata Meza. Arqueóloga por la enah, graduada con mención honorífica. Maestra en filosofía por la Universidad Anáhuac México Sur. Cursa el doctorado en filosofía de la historia. Directora del Proyecto Arqueológico Magdala en Israel.
Zapata Meza, Marcela, “La antigua ciudad de Magdala...¿La Pompeya de Israel?”, Arqueología Mexicana núm. 126, pp. 18-23.
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