Los capitalinos y quienes visiten la Ciudad de México tendrán una oportunidad única para conocer mediante la exposición, Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas, cómo los ideales estéticos de esta civilización conectaban con sus deidades, cánones que a través del cristal con que fueron vistos y juzgados por los expedicionarios y religiosos españoles en sus primeros acercamientos, hace 500 años, derivaron en una idea prejuiciada del mundo maya, y del mundo mesoamericano en general.
La magna muestra que luego de tres exitosos años de itinerancia, llega renovada y enriquecida al Museo Nacional de Antropología, fue inaugurada por la Secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, y por Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche, una de las cinco entidades de las que proceden las 333 piezas arqueológicas expuestas en la Sala de Exposiciones Temporales del recinto.
García Cepeda expresó que Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas es ejemplo del “portento civilizatorio de una cultura rica, misteriosa y avanzada que forma parte de la historia universal”. La selección de piezas que la integra, algunas con más de dos mil años de antigüedad —detalló—, es “legado de una cultura ancestral cuyos descendientes mantienen hasta nuestros días una cultura viva, en los estados de Quintana Roo, Yucatán, Tabasco, Chiapas y Campeche, así como buena parte de Centroamérica”.
La secretaria de Cultura reconoció la gestión del antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para llevar a buen puerto exhibiciones de esta magnitud, que además vierten, con un lenguaje sencillo y una museografía impecable, las investigaciones desarrolladas por arqueólogos, antropólogos físicos, etnohistoriadores e historiadores del arte, muchos de ellos investigadores de esta institución.
El gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, se congratuló que a través de este montaje, que permanecerá hasta noviembre próximo, los capitalinos y público venido de otras partes de la República Mexicana y del extranjero tengan la oportunidad de admirar algunas de las obras maestras descubiertas en sitios de ese estado como: Becán, Calakmul, Edzná y Jaina, por mencionar algunas de sus zonas arqueológicas.
Por su parte, el director general del INAH, el antropólogo Diego Prieto, dijo que la exposición es una oportunidad para transportarse “a un mundo donde lo imposible se hace posible, y la idea de la belleza llega a la transformación suprema: a modificar la propia estructura humana para adquirir esos paramentos ideales que acercaron a los mayas, no sólo a sus propuestas estéticas sino también a las deidades que ellos representaron”.
De esa manera, “lo humano se hizo divino, y en sentido contrario los hombres a través de las modificaciones del cuerpo manejado como un lienzo, buscaron parecerse a algunas deidades. Con estas nociones se cruza la mirada de los españoles del siglo XVI sobre la belleza maya. Este encuentro estimula a cada espectador para generar su propia impresión sobre los conceptos de lo bello y de lo bueno en las diferentes culturas del mundo”, refirió.
Tras el acto inaugural, la comitiva recorrió la exposición que se despliega en 500 metros; donde además se han dispuesto una serie recursos audiovisuales y táctiles, entre ellos las réplicas de 30 de las piezas más emblemáticas, pensando en el público con discapacidad auditiva y visual que desea visitar esta exposición.
José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH, y la curadora Karina Romero Blanco, detallaron que para Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas, se integraron 35 piezas inéditas, y varias de ellas tuvieron un arduo trabajo de conservación.
Mencionaron los casos de dos paneles procedentes de Pomoná que aluden a uno de sus gobernantes y a su consorte; y la representación en madera de un enano, también procedente de ese sitio tabasqueño; un fragmento de textil descubierto en la Cueva El Lazo, en Chiapas; un atavío elaborado en conchas y que semeja las escamas de un pez, encontrado en Oxtankah (Quintana Roo) y la figura de un hombre sosteniendo un pescado, proveniente de Ek Balam, Yucatán.
Los paradigmas de la belleza manifestados mediante las modificaciones corporales, el sistema social e ideológico expresado en el tipo de indumentaria, los animales como acompañantes del humano desde su nacimiento, deidades y seres del panteón maya, dan lugar a las cuatro secciones que conforman la exhibición: El cuerpo como lienzo, El cuerpo revestido, La contraparte animal y Los cuerpos de la divinidad.
En cada sección el público podrá conocer las impresiones vertidas por Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Pedro de Alvarado, y de los frailes: Bartolomé de las Casas, Diego de Landa, Francisco Núñez de la Vega, así como fuentes documentales, entre ellas las Relaciones Histórico-Geográficas de la Gobernación de Yucatán, que dan cuenta de ese mundo para ellos desconocido.
En sus manifestaciones artísticas, los mayas revelaron múltiples detalles físicos de los miembros de su sociedad, inclusive deformidades y patologías que para los españoles eran actos salvajes, representaban para esta civilización una conexión con sus dioses. Así, el estrabismo intencional emulaba la mirada concéntrica de la deidad solar; el modelado cefálico asemejaba al individuo con la planta del maíz, de la que nacieron los hombres; y el limado dental, particularmente en forma de T, aludía a la divinidad del viento y al hálito de vida.
Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas permanecerá hasta noviembre próximo en el Museo Nacional de Antropología. Horario: martes a domingo de 9:00 a 19:00 horas. Domingos entrada gratuita a público nacional y extranjeros residentes en México (documento FM vigente). Entrada gratuita a nacionales, mayores de 60 años (credencial del Inapam), menores de 13 años, personas con discapacidad, profesores y estudiantes (identificación vigente).
Dirección de Medios de Comunicación (INAH)