Palenque y sus alrededores

Este pueblo fue fundado en la Colonia

Este pueblo mágico, fundado en la Colonia, cuenta con varios atractivos y, gracias a los servicios que ofrece, es un excelente punto de partida para visitar las zonas arqueológicas y los parajes naturales de los alrededores.

Alrededores

Misol Ha

Espectacular caída de agua de 30 m de altura resultado de la confluencia de los ríos Paxilhá y Tulijá. El escenario se complementa con una honda cañada y un elevado peñasco. En la poza que se forma al final de la cascada es posible nadar; sin embargo, se recomienda hacerlo con precaución. Detrás de la cortina de agua hay cuevas para apreciar de cerca el espectáculo. Otro de los atractivos del lugar es que en ocasiones se forma un arco iris que nace de la poza al caer el agua.

Agua Clara

Centro ecoturístico a orillas del río Shumuljá, ideal para pasear a caballo por senderos selváticos o retar a los rápidos del río en kayak; además, se puede practicar la natación, hacer caminatas en la selva, así como contemplar la flora y fauna. El centro tiene una reserva ecológica de 27 ha de selva siempre verde, puentes colgantes y pantanos donde habitan cocodrilos.

Agua Azul

Donde se desploman las aguas del río Tulijá, se forman estas cascadas de singular belleza por su color y longitud. El agua desciende desde gran altura y va formando pozas que se unen mediante varias cortinas blancas y espumosas. En la temporada de mayor calor el agua adquiere un tono azul turquesa, que al contrastar con el verde de la selva ofrece un singular espectáculo. Entre más se asciende mejor es la vista que se tiene del lugar. Se recomienda tener precaución si se nada en las pozas, pues sólo el nivel inferior es seguro para zambullirse en estas límpidas aguas.

Ocosingo

El nombre en náhuatl de esta población significa “lugar del señor negro”, y antes de la llegada de los españoles tuvo gran relevancia. Fue aquí donde los primeros frailes que visitaron la región concentraron sus actividades. En la segunda mitad del siglo XVI numerosos grupos que habitaban en la selva fueron confinados en Ocosingo, así fue que nació un pueblo independiente. Años después, en 1829, fue reconocido como villa, y hasta 1979 se le otorgó la categoría de ciudad. El municipio es en su mayoría tzeltal y hoy es una zona con gran homogeneidad cultural, la cual se hace evidente en su lengua, la más hablada en Chiapas. Aquí se pueden adquirir textiles de algodón, vestimentas autóctonas, cestería, talabartería, cerámica y objetos tallados y torneados en madera. Ocosingo también es conocido por su ganadería y sus quesos de excelente calidad. En su plaza principal se encuentra la Iglesia de San Jacinto, construida en 1569 por orden de fray Pedro de Laurencio y reedificada en 1862, y una caja de agua hexagonal del siglo xix que funcionó para abastecer de agua a la villa.

Imagen: Misol Ha, cerca de Palenque. Foto: Guillermo Aldana / Raíces.

 

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Arqueología Mexicana,  “Palenque”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 102, pp. 28-29.