A la caída de Teotihuacan se transformó radicalmente el entramado político del área central, mientras que en la zona maya se vivió un esplendor sin paralelo en las épocas siguientes. En varias regiones, como el Occidente, el Golfo y Oaxaca, ocurren importantes desarrollos. El fin del Clásico se halla marcado por varios hechos, entre ellos, la caída de los centros que habían ganado relevancia tras el declive teotihuacano, el abandono de la mayor parte del norte mesoamericano, el colapso de las ciudades mayas de las Tierras Bajas del centro y el sur, y un importante conjunto de migraciones que daría como resultado la fundación de Tula.