Joaquín García-Barcena
Durante el bloqueo al puerto de Veracruz impuesto por Estados Unidos durante la guerra contra México (1846), el U.S.S. Somers naufragó. Años después (1990), arqueólogos del U.S. National Park Service y de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH realizaron estudios sobre la embarcación, debido a su importancia histórica y científica.
El U.S.S. Somers fue botado el 2 de abril de 1842 en el New York Naval Yard para la Marina de Guerra de los Estados Unidos. Era un brig, un barco con dos mástiles y velas cuadradas, armado con 10 cañones de 32 libras; según se decía, era muy rápido, pero también se consideraba que su velamen resultaba excesivo para el tamaño del barco. El casco estaba hecho de madera, recubierta con placas de cobre cuyo propósito era proteger la madera del ataque de organismos marinos que se alimentan de ella.
Un motín
En su primer crucero, que tuvo lugar del 13 de septiembre al 14 de diciembre de 1842, estuvo al mando del capitán Alexander Mackenzie, quien era un firme partidario del empleo de castigos corporales para mantener la disciplina. El barco, en el que además de la tripulación se había embarcado cierto número de guardiamarinas y estaba operando como un barco-escuela, visitó la costa occidental de África. Durante el viaje de regreso, uno de los guardiamarinas, Philip Spencer, comenzó a preparar un motín, al parecer con la intención de ganarse a parte de la tripulación y dedicar la embarcación a la piratería.
Lo que estaba sucediendo llegó a oídos del capitán, quien mandó detener a Spencer, a varios otros implicados y controló el intento de motín. Se realizó una corte marcial a bordo, la cual encontró a Spencer y a dos de sus colaboradores más cercanos, Samuel Cromwell y Elisha Small, culpables; la sentencia de muerte fue ejecutada el 1 de diciembre de 1842: los sentenciados fueron ahorcados en los aparejos del barco.
El navío entró al Brooklyn Navy Yard unos días después. Al conocerse lo acontecido, hubo en los círculos navales, intelectuales y políticos graves diferencias de opinión: unos consideraban que el capitán Mackenzie había actuado correctamente, otros que se había excedido en sus funciones; no era favorable al capitán el hecho de que el padre del guardiamarina Spencer fuera John Spencer, entonces secretario de Guerra de los Estados Unidos. En consecuencia, el capitán Mackenzie fue sometido a un consejo de guerra, que lo exoneró de todos los cargos que se presentaron contra él. Toda esta situación tuvo repercusiones en otros campos: Herman Melville, por ejemplo, escribió una novela corta, Billy Budd, Sailor, inspirada en los acontecimientos del Somers, de los que estaba al tanto por su cuñado Guert Gansevoort, quien era el segundo de a bordo. También tuvo repercusiones en las políticas de la Marina de Guerra, pues al evaluar los resultados del crucero, se concluyó que el uso de barcos-escuela no era suficiente para preparar a los oficiales, sino que era necesaria una escuela en tierra; ésta sería la U.S. Naval Academy en Annapolis, donde aún hoy se sigue preparando a los oficiales de la Marina de Estados Unidos.
Como resultado de los acontecimientos descritos, el Somers adquirió muy mala fama entre los marineros, que incluso relataban que en el navío se aparecían los fantasmas de los marinos muertos.
García-Barcena, Joaquín,, “El brig U.S.S. Somers”, Arqueología Mexicana núm. 105, pp. 39-42.
• Joaquín García-Bárcena. Arqueólogo e ingeniero químico. Miembro del Comité Científico-Editorial de esta revista.
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