Los huastecos del sureste del actual estado de San Luis Potosí, y anteriormente también sus vecinos de lengua náhuatl, llaman a sus Voladores "danzantes-gavilán" o "danzantes-águila". Ellos admiten que estos danzantes voladores representan águilas míticas que todavía son poderosas, pero es sobre todo en los tiempos antiguos cuando fueron temidas y feroces. Este simbolismo corresponde, sin duda, al de los antiguos mexicanos, ya que los guerreros-águila aztecas eran probablemente también danzantes del Volador.

En la Sierra de Puebla y en las zonas tropicales aledañas, la mayoría de los indios actuales admite con gusto que los Voladores "son” aves, pero casi no se preocupan por saber de qué tipo de ave se trata. En cambio, los tepehuas creen que los Voladores de antaño eran águilas. Sobre los totonacos del norte, Alain Ichon señala que en San Pedro Petlacotla "se considera que el capitán de los Volado- res es un águila, ya que gracias a su flauta habla el lenguaje de las aves". Finalmente, Jacques Galinier cree que el águila (o gavilán) es "la figura central” del Volador otomí de la región de San Bartolo Tutotepec y que, en consecuencia, los Voladores son probablemente águilas. Además, menciona que el músico debe tocar "el son de los gavilanes" después del de los cuatro puntos cardinales, cuando la Malinche baila en lo alto del mástil y antes de que comience el "vuelo" de los danzantes.

Tomado de Guy Stresser-Pean, “El volador datos históricos y simbolismo de la danza”, Arqueología Mexicana 75, pp. 20-27.

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