Una de las famosas escenas en los códices coloniales de tradición mexica-tenochca es la de la fundación de la ciudad de México. Habíamos mencionado previamente la hipótesis de Robert H. Barlow sobre la posible existencia de una fuente común a varias importantes crónicas. El autor la bautizó con el título de la “Crónica X”. Sin embargo, aún no se ha aclarado si dicha crónica estuvo acompañada de ilustraciones y cuáles eran éstas. Aquí reproducimos tres ejemplos procedentes de la obra de fray Diego Durán, del Manuscrito Tovar y de su copia, el Códice Ramírez. En esencia están refiriéndose a un mismo acto sobrenatural (tetzáhuitl) que marcó el punto final de la peregrinación, al establecerse en el lugar donde Huitzilopochtli, su principal deidad, los premiaría al volverse la ciudad el centro de un vasto imperio.
Notamos que en la versión de fray Diego Durán, el águila, parada en un nopal, se alimenta con una serpiente (como aparece en el actual emblema nacional). Supondríamos que el Manuscrito Tovar y el Códice Ramírez mostrarían la misma escena. No es así. En el primero, el águila devora un pájaro de color verde; en el segundo, sólo lo sostiene con una de sus garras. En el Manuscrito Tovar se agregaron un escudo con cinco plumones y dos flechas y la piedra de donde surge el nopal está dividida por un camino con pisadas humanas. Además, sólo en la ilustración en la obra de Tovar aparecen los nombres de los fundadores: al lado derecho está Tenoch (tunal-piedra), y al izquierdo un personaje cuya identidad es aún motivo de polémica. Los elementos glíficos son: un conejo o liebre (tochtli o cihtli), una bandera (pámitl o pantli) y una casa (calli) vista de frente. Sin poder explicarlo ahora, estos mismos personajes aparecen en el Manuscrito Tovar y el Códice Ramírez en la lámina asociada al frustrado establecimiento de los peregrinos mexitin en Tula-Coatépec, evento anterior a la fundación de Tenochtitlan.
Por la sencillez de sus dibujos, en el Códice Ramírez no es posible determinar si también se registró el glifo calli o se trata de unos dientes (tlantli) que en numerosos ejemplos sirven para determinar el sufijo locativo tlan. En la versión de la Historia de las Indias de Durán sólo un personaje fundador parece mostrar información adicional en su tilma: un círculo en cuyo interior se registran dos protuberancias que ahora escapan a una identificación.
Xavier Noguez. Profesor-investigador de El Colegio Mexiquense, dedicado al estudio y publicación de códices coloniales del centro de México.
Noguez, Xavier , “Manuscrito Tovar”, Arqueología Mexicana, núm. 112, pp. 84-85.
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