Luz María Mohar Betancourt (coord.), CIEAS, México, 2017

Después de la conquista, valiosos temas quedaron plasmados sobre pieles de venado, hojas de amate o lienzos. Estos documentos o códices son testimonios de una tradición escritural heredada y ejercida por los llamados tlacuilos o escritores-pintores del México antiguo. Fueron estos materiales los que interesaron al sabio o tlamatini doctor Joaquín Galarza. Para ello, creó un método de acercamiento en el que la imagen es la materia que se estudia. Propuso nuevas formas, que enriquecieron la manera de acercarse a su estudio y marcaron un camino para el análisis y la lectura de las imágenes mesoamericanas. En dichas imágenes, analizadas con parámetros distintos de los europeos, el tamaño, el uso del espacio, la orientación, el color y la lengua, entre otros, se proponen como elementos ∫clave para entenderlos.

Los textos que aquí se presentan incorporan esa mirada sobre los códices seleccionados. Son un conjunto que permite acercarse a las propuestas aplicadas a diversos documentos de tributo, mapas y anales: la presencia femenina, las demanda de la antigua nobleza, los cambios políticos, el pago en monedas. Otros textos permiten conocer los litigios por tierras o por herencia de bienes.

La relación entre la imagen y la lengua, una de las preocupaciones de Galarza, se incorpora en los códices aquí estudiados. El énfasis que el doctor hacía en la importancia de la etnografía también quedó plasmada. La incorporación de las oraciones católicas en la pictografía indígena, tema de una de sus publicaciones, aquí se retoma. Finalmente, los intrincados caminos de un códice y la influencia galarziana en alumnos e instituciones cierran el conjunto.

 “Por los senderos de un tlamatini. Homenaje a Joaquín Galarza”, Arqueología Mexicana núm. 150, pp. 11.

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