Javier Barros del Villar
La propuesta artística de Sabrina Villaseñor posee una fuente de inspiración claramente definida: el arte prehispánico. Desde hace unos años, la artista visita constantemente el Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México, pues en él encuentra las formas y fondos que habrán de inspirar posteriormente sus obras. A partir de la experiencia sensible que le produce el contacto con lo prehispánico, Sabrina recrea figuras de óleo y tinta sobre sus lienzos.
Su trabajo ha recorrido distintas galerías nacionales e internacionales. Ha presentado exposiciones en la ciudad de México, Zacatecas y Oaxaca, así como en Toronto y Nueva York. En su obra se entrelazan el arte prehispánico y una sensibilidad del presente. Ha realizado varios estudios de arte y dibujo: ele la Universidad Iberoamericana pasó a la escuela de diseño Elisava en Barcelona. De aquí partió a la escuela de Bellas Artes de Moscú y finalmente regresó a trabajar en diversos talleres con maestros mexicanos.
Así define Sabrina su exploración por el mundo prehispánico a través del arte: “En los avances de una búsqueda la temporalidad es inevitable. Al retomar el pasado se desprenden elementos que parecen pertenecer pero que en realidad no son más que una línea que se ha convertido en herencia. Herencia vista y abandonada. Contemplo, observo, me invita a introducirme a sus espacios ocultos, abriendo paso a mi imaginación. Me la apropio, reconozco mi historia. Me acerca a la reconciliación, a la comunión, a la fusión de ritos: al vestigio”.
Barros del Villar, Javier, “Sabrina Villaseñor: El Arte Prehispánico como fuente de inspiración”, Arqueología Mexicana núm. 75, pp. 70-71.
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