Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Chiapas proviene del náhuatl tochtla, “lugar de conejos”

El nombre de la capital del estado de Chiapas proviene del náhuatl tochtla, “lugar de conejos”; durante la Colonia fue un pueblo de indios. Al nombre de la ciudad se le agregó el Gutiérrez en honor al general independentista Joaquín M. Gutiérrez, y a partir de 1892 fue declarada capital del estado, fecha en que sustituyó a San Cristóbal de las Casas. A pesar de su antigüedad no conserva edificios antiguos anteriores al siglo XIX.

Entre las muestras de su arquitectura religiosa se cuentan el Templo del Calvario, con fachada neogótica; el Templo de Santo Domingo, y el Templo de San Roque, todos del siglo XIX, así como la Capilla del Cerrito, visitada sobre todo por la población zoque.

Qué ver

Plaza Cívica

Construida en 1942, en sus inmediaciones se encuentra el Palacio de Gobierno, el Palacio Municipal, el Congreso del estado, la Catedral de San Marcos y el Edificio Plaza. Su jardín es lugar de reunión de los tuxtlecos y cuenta con quiosco y una escultura llamada La Libertad.

Catedral de San Marcos

Cuando en 1965 se creó la diócesis de Tuxtla, adquirió la categoría de catedral. En 1980 tuvo modificaciones y de ahí conserva su apariencia actual. En esa ocasión le fue añadido el reloj y 48 campanas. En la fachada se observan dos imágenes de San Marcos, de Gulio de Girolamo, y una de la Virgen de Guadalupe.

Museo del Café de Chiapas

Tiene como objetivo contribuir al rescate y divulgación de la cultura del café, uno de los principales cultivos de Chiapas. Cuenta con un amplio acervo bibliográfico sobre el tema, así como con material audiovisual y antiguos molinos de café y herramientas de labranza de diferentes épocas.

Imagen: Puente sobre el río Grijalva, Tuxtla Gutiérrez. Foto: Alejandro Linares García, Wikimedia Commons (Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0).

 

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Arqueología Mexicana,  “Tuxtla Gutiérrez”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 102, pp. 50-52.