Javier López Camacho, Araceli Vázquez Villegas, Renato José Zamudio Gutiérrez
Lakin Kah pudo ser el lugar de control de un amplio espacio agrícola, como lo sugiere la presencia del conjunto de conmemoración astronómica, que probablemente estuvo asociado a ceremonias relacionadas con la temporada de lluvias. Asimismo, su ubicación junto al río le permitía ser un puerto desde el cual se comerciaba con el noreste de Guatemala y al oriente con otros sitios cercanos a Blue Creek, en el norte de Belice.
En 1987 apareció por primera vez el sitio Las Palmas en el mapa arqueológico quintanarroense. Los responsables fueron investigadores adscritos al Departamento de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos del inah, quienes realizaron una breve temporada de reconocimiento de superficie en ejidos del sur de Quintana Roo, con la finalidad de evaluar las técnicas, los métodos y las estrategias para identificar y registrar sitios arqueológicos en una región con alto grado de dificultad impuesto por la densa cubierta vegetal y por la escasez de caminos.
Para llegar al sitio debe partirse desde el poblado Tomás Garrido Canabal y transitar cerca de ocho kilómetros hacia el suroeste, a lo largo de una brecha en terrenos inundables llamados bajos (fig. 1). El sitio arqueológico de Las Palmas se asienta sobre una planicie bien drenada rodeada de bajos y los pobladores lo nombraron así por la abundancia de palmas reales (fig. 2). Esta abundancia se debe al uso del fuego para fines agrícolas en la época prehispánica, ya que sus semillas poseen cualidades que les permiten colonizar en los lugares en que se practica la agricultura y la quema de árboles; esa abundancia también se debe a la protección que el hombre le brindó, debido a la variedad de recursos que la planta ofrecía para su subsistencia y vivienda. Con el nombre de Las Palmas también se conoce al río cercano al sitio y que constituye la frontera con Belice, y del lado campechano es llamado río Azul.
En abril del presente año, a casi tres décadas de su descubrimiento, realizamos el levantamiento topográfico del núcleo de ese antiguo asentamiento maya (fig. 3). La zona nuclear se compone de dos grupos arquitectónicos, alineados en un eje sur-norte (fig. 4) de medio kilómetro.
El Grupo Cenote
Este complejo arquitectónico ocupa la parte meridional del asentamiento, y lo nombramos así por la presencia de un pequeño cenote al poniente del agrupamiento. Todas las estructuras que lo componen se asientan sobre una extensa plataforma de 5 m de altura en promedio; la edificación de mayor altura de todo el sitio es una acrópolis triádica que ocupa el lado sur y presenta al frente una terraza, la cual desciende hacia el norte formando un patio hundido (fig. 5). La altura de esta estructura desde la terraza es de 25 m, en tanto que en el costado opuesto se eleva 32 m con referencia a la planicie que forma el entorno del sitio. El costado poniente de la plataforma lo ocupan diversas estructuras que forman cuatro plazuelas. Por último, en el extremo norte se encuentra una explanada de baja altura que facilita la comunicación con el otro grupo arquitectónico.
El Grupo Palma Real
Este grupo se compone de tres plazas alineadas en un eje sur-norte. En la Plaza Sur, cerrada por los cuatro costados, se encuentra un conjunto de conmemoración astronómica, formado por un basamento piramidal, al oeste, que ve hacia una plataforma alargada (fig. 6). Los lados sur y norte están cerrados por estructuras rectangulares de dimensiones parecidas. La cara norte de esta última forma parte de la Plaza Central, la cual está abierta en el lado poniente, en tanto que el costado oriente lo ocupa una estructura rectangular; en el lado norte de esta plaza desplanta una plataforma para subir a la Plaza Norte, en donde se asientan algunas estructuras pequeñas. En el extremo occidental de esta plaza se encuentra un basamento piramidal cuyo acceso se orienta hacia la Plaza Central.
La organización de las diferentes estructuras revela algunos indicios del posible proyecto urbanístico del asentamiento: la Plaza Central pudo funcionar como la entrada al sitio y como enlace con otros lugares cercanos, como Mucaancah –sitio reportado por Ivan Šprajc–, ya que presenta un amplio acceso hacia el poniente, el cual queda enmarcado con el basamento antes citado, encarado hacia este acceso.
Las Palmas como parte de un asentamiento mayor
Mucaancah es un sitio mayor en la clasificación de Šprajc para los sitios del sur de Campeche, de modo que Las Palmas, al ubicarse ocho kilómetros hacia el oriente, aun con la monumentalidad que lo caracteriza, no podría competir con Mucaancah debido a la distancia relativamente corta que los separa. Además, los dos complejos de Mucaancah tienen un juego de pelota, el cual no existe en Las Palmas; pero, por otra parte, este último cuenta con un grupo de conmemoración astronómica, ausente en Mucaancah, además de una ubicación geográfica que le otorga ventajas desde el punto de vista de la subsistencia. Las características de los dos sitios permiten establecer una complementariedad de funciones, pues los dos sitios son contemporáneos (en el Preclásico Tardío). Como lo muestra la presencia de cerámica de acabado ceroso en rojo y las acrópolis triádicas, que son rasgos básicos documentados por Richard Hansen en su trabajo en el sitio del Preclásico de El Mirador, Guatemala.
“Pueblo del oriente”
Una vía para reforzar los lazos sociales o establecer alianzas políticas entre los asentamientos distribuidos a cierta distancia es, como apuntó Edward Kurjack, la construcción de calzadas, las cuales deben considerarse extensiones de las plataformas residenciales o con cualquier otra función. La presencia de una calzada que comunica a Mucaancah con Las Palmas es posible, ya que las fotografías aéreas del inegi muestran un segmento lineal de tonalidad clara que se interpone entre ambos sitios (fig. 7). Esa tonalidad clara puede interpretarse como consecuencia de un terraplén construido sobre el bajo; esto ocasionó un desarrollo de la vegetación diferenciado, por las condiciones del suelo y de la humedad. Por ello, las especies vegetales tienden a perder sus hojas, lo cual se manifiesta como una tonalidad clara en las imágenes aéreas.
En el trabajo de superficie que realizamos en abril de 2015 se buscó la calzada directamente en el terreno. Sin embargo, aun cuando tenemos la certeza de que llegamos a los puntos donde se emplaza la calzada, la falta de tiempo impidió elaborar un perfil transversal a la trayectoria de ésta para corroborar que la parte más alta se ubica al centro y que el nivel desciende gradualmente hacia los extremos. En los puntos verificados se observaron árboles típicos de la selva alta, lo que indica la presencia de sectores mejor drenados que aquellos en los que se encuentran palos de tinte de menor altura, que proliferan en las partes más profundas del bajo. Decidimos nombrar al sitio Lakin Kah Las Palmas, con lo cual respetamos el topónimo reconocido por los habitantes del ejido, y sólo agregamos el nombre maya yucateco Lakin Kah, que significa “pueblo del oriente”. De este modo, reconocemos la relación de este sitio con una entidad central que es Mucaancah, ubicado en dirección poniente de Lakin Kah Las Palmas. Finalmente, otros sitios con complejos triádicos y unidos por calzadas son El Mirador y Nakbé, en el noroeste del Petén guatemalteco, y probablemente Ichkabal y Dzibanché, en territorio quintanarroense.
Javier López Camacho. Arqueólogo, profesor investigador en la enah. Responsable del Laboratorio de Topografía de la Licenciatura en Arqueología (enah) y director del proyecto “Prospección arqueológica en el sur de Quintana Roo”.
Araceli Vázquez Villegas. Arqueóloga, profesora en la enah. Colaboradora en el Laboratorio de Topografía de la Licenciatura en Arqueología (enah) y responsable en campo del proyecto “Prospección arqueológica en el sur de Quintana Roo”.
Renato José Zamudio Gutiérrez. Arqueólogo, colaborador en el Laboratorio de Topografía de la Licenciatura en Arqueología (enah), en el área de integración y procesamiento de datos. Asesor en prácticas de campo de levantamientos topográficos.
López Camacho, Javier, , Araceli Vázquez Villegas, Renato José Zamudio Gutiérrez, “Lakin Kah Las Palmas, Quintana Roo”, Arqueología Mexicana núm. 135, pp. 66-69.
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