Los murciélagos en México

Luis E. Eguiarte

México es uno de los países con mayor número de especies nativas de mamíferos, alrededor de 525, sólo debajo de Indonesia o Brasil, que tienen 560 y 540, respectivamente. Los murciélagos no son la excepción, y en México se han registrado 137 especies, de un total de 927 en el mundo, es decir, el país tiene 15% de la diversidad total; en comparación, Estados Unidos y Canadá juntos sólo tienen alrededor de 5% de las especies de murciélagos.

La diversidad de especies de murciélagos mexicanos incluye una gran variedad en hábitos y ecologías. La mayoría de los murciélagos pasan los días en cuevas, pero otros usan como refugios grietas, troncos huecos, hojas de palma, ramas de árboles, o duermen debajo de piedras o en nuestras casas. La mayoría son insectívoros, pero hay algunos que se alimentan de sangre (los vampiros verdaderos), o de peces, ranas, alacranes u otros murciélagos. Otros son vegetarianos, ya que comen hojas, frutas o néctar y polen. La mayor diversidad de murciélagos en México se encuentra en las zonas tropicales, principalmente en las costas y en Oaxaca y Chiapas, aunque se encuentran ampliamente representados por todo el país. Ante esta diversidad de especies, es natural que los antiguos mexicanos se interesaran en los murciélagos, especialmente por su carácter nocturno y porque habitan en las cuevas y las profundidades de la Tierra. 

La mayor parte de las representaciones prehispánicas de murciélagos sugieren miembros de la familia Phyllostomidae, principalmente por la gran hoja nasal, una de las características más claras de ese grupo. La familia Phyllostomidae sólo se encuentra en las regiones tropicales de América, aunque algunas especies llegan al suroeste de Estados Unidos. La familia tiene 143 especies, de las cuales 55 viven en México. Aunque muchas especies son insectívoras, en el grupo encontramos especies frugívoras y nectarívoras, que pueden llegar a ser muy abundantes, cómo los géneros Artibeus, Carollia, Leptonycteris o Glossophaga, o las tres especies que comen sangre, los vampiros: Desmodus rotundus, cuyas víctimas son mamíferos, y las dos especies de vampiros que prefieren aves: Diaemus youngi y Diphylla ecaudata

Podríamos sugerir que varias de las piezas prehispánicas conocidas representan al género Artibeus, que tiene 4 especies en México. Son los principales dispersores de muchas especies de árboles tropicales, como de amates (Ficus), el ciruelo cimarrón (Spondias), el ramón (Brosimum), etc. Sin embargo, el género sólo se encuentra en las zonas tropicales de Mesoamérica y no llega a la meseta central. También podrían ser organismos del género Carollia, frugívoros tropicales un poco más pequeños, representados por tres especies en México. Otras representaciones sugieren el complicado rostro del frugívoro Centurio senex o el Vampyrum spectrum, murciélago carnívoro que es el más grande de América, aunque actualmente estas especies son poco comunes, y por lo tanto desconocidas para la mayor parte de la gente. 

En el altiplano central tal vez algunas piezas representan más bien a las especies nectarívoras de rostro alargado, como los géneros Anoura, Choeronycteris o Leptonycteris, que son los principales polinizadores de los agaves, las cactáceas columnares y las ceibas, plantas representativas de México.

En la actualidad, la situación de los murciélagos, como la de muchos otros organismos de nuestra flora y fauna, se ha complicado por las actividades humanas. De las 137 especies, 15 son endémicas de México (sólo se encuentran en nuestro país), y la Semarnat considera a 38 en alguna categoría de peligro de extinción. Los murciélagos son organismos especialmente susceptibles, ya que por ignorancia, mala fe, o simplemente por accidente, sus refugios, especialmente las cuevas, han sido y siguen siendo destruidos, lo que ocasiona la muerte de miles y aún millones de estos animales, que son muy importantes para el control de poblaciones de insectos plaga, así como para la polinización y dispersión de muchas de nuestras especies de plantas. 

Agradezco al Dr. Rodrigo Medellín y sus alumnos sus ideas sobre las identidades de las piezas, aunque cualquier error de interpretación es mío.

 

Eguiarte, Luis E., “Los murciélagos en México”, Arqueología Mexicana núm. 80, pp. 24-25.

 

• Luis E. Eguiarte. Instituto de Ecología, UNAM.

 

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