Nuevas perspectivas sobre ocupaciones paleoindias y arcaicas en Belice
Los primeros humanos llegaron a los bosques neotropicales al sur del istmo de Tehuantepec hace más de 14 000 años, unos once milenios antes de las primeras aldeas y las milpas que dieron lugar a los mayas del Clásico. Estos recolectores pusieron en práctica una serie de adaptaciones que finalmente llevaron a la domesticación de cultivos alimenticios y al establecimiento de ciudades y estados.
Los colonos tempranos de las tierras bajas tropicales
Cuando los primeros colonos llegaron a Belice, el nivel del mar era quizá hasta 100 m más bajo que hoy, lo que hace extremadamente difícil identificar arqueológicamente las rutas de dispersión de la población en las costas del Pacífico y del Atlántico. En consecuencia, esos primeros pobladores son casi invisibles en el registro arqueológico, y su presencia está apenas indicada por un puñado de lítica fragmentaria en Panamá y Venezuela y unas cuantas sugerentes fechas de radiocarbono de Belice. Aunque son controversiales, hay sitios pre Clovis bien documentados en Norte y Sudamérica (Prufer et al., 2019; Ranere y Cooke, 2020). En el subsecuente periodo Paleoindio (13000-11700 a.p.) Belice está mejor caracterizado como cercano al margen sur de la tradición Clovis de Norteamérica seguida de, pero sin traslaparse con, el margen norte de las tradiciones Cola de Pescado sudamericanas (Ranere y Cooke, 2020). En el sur de Belice hay sitios bien estratificados que contienen abundante evidencia de cacería paleoindia, explotación de recursos acuáticos y reducción de objetos de lítica, aunque en ningún lugar de América Central se han recuperado bifaciales diagnósticos Clovis o Cola de Pescado en secuencias estratigráficas fechadas. Tres sitios del periodo Paleoindio Tardío en el sur de Belice, Tzibte Yux, Mayahak Cab Pek y Saki Tzul, muestran diversidad creciente en la utilización de herramientas, evidencia de procesamiento de plantas y grandes herramientas bifaciales, y los dos últimos contienen múltiples entierros.
Keith M. Prufer. Arqueólogo medioambientalista, profesor de antropología en la Universidad de Nuevo México y miembro del profesorado del Centro para Isótopos Estables. Sus intereses de investigación son las dinámicas humano-medioambientales, el paleoclima, la química de isótopos y la demografía humana. Ha llevado a cabo investigaciones de campo en Belice desde 1993.
Prufer, Keith M., “Nuevas perspectivas sobre ocupaciones paleoindias y arcaicas en Belice”, Arqueología Mexicana, núm. 165, pp. 32-34.