La cabeza parece estar muy deteriorada por intemperización pero en realidad su aspecto se debe a que es una escultura inconclusa, hecha a partir del reciclaje de un trono. La huella del nicho del trono se encuentra arriba de la oreja derecha y el dorso plano y pulido también es un vestigio del mismo. Una hermosa cascada de plumas pende de un gran disco pegado a la banda y desciende sobre el dorso plano y pulido. Su perfecto estado de preservación se debe a que se posicionó sobre el dorso durante el proceso de reesculpido del resto de la obra. Sobre la banda horizontal del tocado se anexó una insignia asociada con el sacrificio humano y la guerra: dos manos con la palma hacia afuera, cuya amputación en la muñeca está indicada por dos círculos concéntricos. Los ojos son sesgados hacia abajo y con estrabismo bilateral convergente, la nariz es ancha y la boca entreabierta. Cuatro dientes superiores son visibles y tienen mutilación dentaria.

Ann Cyphers. Doctora en historia por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Especialista en el periodo Preclásico (Formativo) y, en particular, en la civilización olmeca.

Cyphers, Ann, “Cabeza Colosal 7, San Lorenzo”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 94, pp. 52-53.