Vistas de antiguos monumentos mayas Litografías de Frederick Catherwood, 1839-1841. Lámina XVI. Vista general de Kabah (Litógrafo A. Picken)
Las ruinas de Kabah se asientan sobre las tierras comunales del poblado de Nohcacab. Quizás hayan sido conocidas por los indios desde tiempos inmemoriales; pero, según nos informó el padre del pueblo de Nohcacab, eran totalmente desconocidas para la población blanca hasta que se abrió el camino a Bolonchén.
Esta carretera atravesó la antigua ciudad, y reveló la existencia de grandes edificios, cubiertos de vegetación y que, en algunos casos, sobresalían de las copas de los árboles. Sin embargo, el descubrimiento no causó la más mínima sensación; la noticia de éste no había llegado nunca a la capital; y a pesar de que, desde que se realizó, los grandes edificios estaban a la vista de cualquiera que transitara por la carretera, ningún hombre blanco del poblado había jamás volteado a mirarles, a excepción del mencionado padre.
El teocalli, a la izquierda del dibujo, es lo primero que capta la vista: imponente, pintoresco, en ruinas y cubierto de árboles, destaca por su altura sobre todo lo demás que hay la planicie. Dejando a éste, y siguiendo una vereda hasta una distancia de 250 o 350 m, llegamos al pie de una terraza, de 6 m de alto, cuyo borde está cubierto por árboles; al ascenderla nos encontramos sobre una plataforma, de 61 m de ancho por 43 m de fondo.
Al centro de la plataforma hay una serie de escalones de piedra de 12 m de ancho, en número de 20, que conducen a una terraza superior. Sobre esta terraza se levanta un edificio, mostrado al extremo derecho del dibujo, que tiene 46 m de frente y que es notable por la extraordinaria riqueza y ornamentación de su fachada.
En todas las construcciones de Uxmal, sin excepción alguna, los edificios son de piedra lisa hasta la altura de la cornisa que corre sobre la entrada, en cambio éste estaba ornamentado desde su desplante, dos niveles debajo de la cornisa inferior, hasta su límite superior.
Traducción de texto y láminas: Gabriela Uruñuela Ladrón de Guevara
Imagen: Vista de Kabah, Yucatán. Lámina XVI de Catherwood. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces.
Frederick Catherwood. Catherwood acompañó a Stephens en dos travesías (1839-1840 y 1841) por las ruinas arqueológicas de Centroamérica y México, y los relatos de sus odiseas tuvieron un gran éxito. Catherwood, empezó trabajando como dibujante, primero en las excavaciones en el Foro Romano, en 1821, y posteriormente, entre 1823 y 1833, como parte de la Robert Hay Egyptian Expedition, donde adquirió práctica en la topografía, la ilustración arquitectónica y el registro de jeroglíficos.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Catherwood, Frederick, “Vistas de antiguos monumentos mayas Litografías de Frederick Catherwood, 1839-1841. Lámina XVI. Vista general de Kabah (Litógrafo A. Picken)” Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 106, p. 60-63.