La Estela 18
El nuevo monumento se llama Estela 18 de Uxmal, al seguir la enumeración ya establecida (Graham, 1992). Esta losa de piedra caliza rectangular tiene 132 cm de altura, 56 cm de ancho y 20 cm de grosor.
A diferencia de las otras estelas de Uxmal, ambas caras están trabajadas en bajorrelieve. La superficie tallada de la cara norte es de forma rectangular, mide 78 cm de alto y 45 cm de ancho. En la cara sur el espacio esculpido también es rectangular y tiene 84.5 cm de altura y 48 cm de ancho. Las áreas labradas fueron severamente mutiladas, probablemente durante el abandono de la estructura en el Clásico Terminal, por lo que se han perdido detalles de las escenas.
El monumento destaca por los dos personajes representados, lo que lo hace único en el registro de monumentos esculpidos de Uxmal. Al momento de este reciente hallazgo, las estelas tenían como tema único a los gobernantes del sitio y los rituales que realizaban en determinadas fechas. En este caso vemos a dos seres sobrehumanos o dioses del panteón maya en acción.
La Cara Norte de la Estela 18
En la cara norte se ve, de perfil derecho, la imagen antropomorfa de una deidad femenina de ojos grandes, cabello lacio largo, boca grotesca y senos descubiertos. Lleva un tocado elaborado con el mascarón antropomorfo de una deidad no identificada, con ojo grande, nariz prolongada y hocico con colmillo. Encima de este rostro sale un nenúfar florecido, del que cuelga un pez. En la parte posterior el arreglo está adornado con plumas largas. En la espalda carga la cabeza de otra deidad, tampoco identificada, con rasgos similares a la del tocado, la cual es sostenida por un paño que la mujer trae en la cintura, amarrado frente al vientre.
En la mano izquierda extendida sostiene un quetzal con la cabeza hacia atrás. La diosa lleva pectoral y brazaletes, ambos confeccionados con dos o tres hileras de perlas hemisféricas. Viste falda larga con diseño reticulado, hasta los tobillos. Esta prenda, conocida como falda de red, trae un cinturón con la cabeza de un tiburón al frente. Según el historiador del arte Karl Taube, es una característica del dios del maíz, pero también es un atuendo usado por las gobernantes, madres o esposas de soberanos mayas durante rituales vinculados con la lluvia. En las Tierras Bajas mayas, la diosa aquí representada es llamada Chak Chel.
De los cuatro bloques jeroglíficos que acompañan la escena, sólo C1 y C2 se conservaron y permiten la lectura. El primer jeroglífico muestra la cabeza del Jaguar del Inframundo, uno de los dioses de la tríada de Palenque y una de las deidades protectoras de Yaxchilán. Una de sus características es la banda alrededor de la parte inferior de los ojos, formando un lazo en el puente de la nariz. Este elemento vincula el jeroglífico con la deidad femenina retratada, quien muestra este distintivo facial. En el bloque jeroglífico siguiente se lee: <u-K’UH>, “[es] su dios”, y reafirma lo que se ve en la imagen.
La Cara Sur de la Estela 18
En la cara sur se ve, de perfil derecho, la imagen antropomorfa de una deidad masculina que camina, reconocible por el bastón que agarra con la mano izquierda. Tiene un antifaz en forma de aro, distintivo de Tláloc. Importante para su identificación es la vestimenta: en la cabeza trae un sombrero de ala ancha, cuyo borde está adornado con plumas.
En el centro muestra la cabeza de una lechuza. Sus hombros están cubiertos con una capa de diseño reticulado, la cual cae por la espalda y va anudada sobre el pecho. Tiene puesto un taparrabo. Los antebrazos y piernas van protegidos con vendajes. Hay un bulto asentado frente a él. Esta representación es característica para el Dios L, dios del inframundo.
Los atributos expuestos en la imagen señalan su aspecto de comerciante, tal como aparece representado en muchas vasijas con diseños del estilo Chocholá, típicas del noroeste de la península, de entre 700-850 d.C., en el Clásico Tardío. Al igual que en el caso de la cara norte, de los jeroglíficos que acompañan la escena sólo el bloque D permite una lectura. El signo muestra una cabeza de perfil izquierdo con orejera, un adorno alargado y un mechón de cabello lacio que cae en la sien.
Además, se observa una cinta que corre de la frente hacia atrás de la cabeza. Interpretamos esta cinta como el mecapal que se pone en la frente y sirve para llevar cargas a cuestas. Quizás este jeroglífico haya sido utilizado como logograma para la palabra <PUTUN>, que en maya yucateco colonial significa “cargador”, y describe lo que la escena transmite con los atributos visuales.
Imagen: La Estela 18 erigida en la Estructura 26. Foto: Proyecto Uxmal 2022, INAH. a) La cara norte con los bloques jeroglíficos A, B, C1 y C2. b) La cara sur con los bloques jeroglíficos D, E1 y E2. Dibujo: Alexander W. Voss / Proyecto Uxmal 2022, INAH.
José Huchim Herrera. Licenciado en antropología, con especialidad en arqueología. Maestro en arquitectura, con especialidad en conservación, por la Universidad Autónoma de Yucatán. Investigador del INAH desde 1985; director del Proyecto Uxmal, desde 1992, y titular de la zona arqueológica de Uxmal y de la Ruta Puuc, desde 2009.
Alexander W. Voss. Doctor en estudios mesoamericanos por la Universidad de Hamburgo, Alemania. Profesor- investigador de tiempo completo de la UAEQroo, Quintana Roo, desde 2005. Sus investigaciones están enfocadas en la cultura e historia de los mayas de las Tierras Bajas, mediante la epigrafía y la etnohistoria.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Huchim Herrera, José y Alexander W. Voss, “La petición de lluvia. La Estela 18 de Uxmal”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 106, pp. 84-89.