Entre los pueblos indígenas contemporáneos de Oaxaca y otras regiones de México el trabajo comunitario es uno de los pilares del sistema normativo, que guía el desempeño cotidiano y festivo de los habitantes de cada comunidad. El sistema normativo es parte fundamental de la estructura social, y puede entenderse como el conjunto de preceptos, estipulaciones y regulaciones sustentados en representaciones y valores colectivos, que son del conocimiento y aceptación mayoritarios, aplicados para regular los desempeños en la vida social y sancionar a los que atentan, ya sea por incumplimiento o transgresión, contra la reproducción de la estructura social. Es el ámbito del “deber ser” pero también del “ser real” de la sociedad, ya que se trata de un cuerpo común de derechos y obligaciones que ordena las relaciones entre las personas y marca las reglas de conducta aceptables y no aceptables. El respeto a dichas normas se procura garantizarlo por coacción material o simbólica, o por convencimiento acerca de la legitimidad de ese sistema normativo, que opera así como instrumento de control social, ya sea por temor al castigo o a la exclusión social que puede generar la violación de las normas (el rechazo de los vecinos, de las autoridades, la expulsión).
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Tomado de Alicia M. Barabas, “El trabajo comunitario en las poblaciones indígenas actuales”, Arqueología Mexicana núm. 124, pp. 71 - 77.