El 14 de octubre de 2020 los habitantes de San Juan Cancuc, comunidad tzeltal de Chiapas, recibieron, con música tradicional y una entrada triunfal, a su imagen más venerada, la Virgen del Rosario, y a un Cristo de la Columna, mejor conocido como Sacramento. Ambas esculturas regresaron a Cancuc luego de que se concluyó su restauración bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Trasladadas desde San Cristóbal de las Casas, donde fueron restauradas, ambas imágenes fueron recibidas, aproximadamente a un kilómetro antes de la entrada a la cabecera municipal de Cancuc. Allí, al pie de la carretera, una comitiva las desembaló y montó cuidadosamente en dos andas: una cargada por mujeres, que se ocupó de la Virgen del Rosario, y otra por los hombres del pueblo, quienes llevaron al Cristo.
La restauradora de la Sección de Conservación del Centro INAH Chiapas, María Rosa García Sauri, quien en la entrega-recepción estuvo acompañada por el titular del Centro Cultural de los Altos de Chiapas, Edgar Raúl Durón León, en representación del director del Centro INAH Chiapas, Juan José Solórzano Marcial, señaló que aquella procesión permitió a muchos de los habitantes de la comunidad, contemplar desde la distancia algunos detalles que comúnmente no observan de las piezas, tales como el Niño Dios de la imagen mariana, que tradicionalmente suele estar cubierto por telas.
Tras la procesión, los representantes del INAH, junto con las autoridades municipales, tradicionales y parroquiales de Cancuc, así como los feligreses, participaron en una breve explicación en tzeltal a cargo del principal Juan López. El mensaje abordó el significado histórico que tiene la Virgen del Rosario, ‘estandarte’ que los pueblos indígenas chiapanecos tomaron para liderar, a inicios del siglo XVIII, el episodio que se conoce como la Sublevación de los 32 pueblos en contra de los hispanos de la Ciudad Real, el hoy San Cristóbal de las Casas.
Con información de la Dirección de Medios de Comunicación del INAH.