La investigación arqueológica en el barrio tlatelolca de Tolquechiuca, motivada por la construcción de un edificio en la colonia Guerrero, Ciudad de México, revelo la existencia de una aldea lacustre de filiación teotihuacana fechada entre 450-650 d.C., que evidencia vínculos culturales y económicos con otros asentamientos en el área antes de la llegada mexica.
A principios de 2023, motivada por la construcción de un edificio habitacional, se inició una investigación de salvamento arqueológico en un predio ubicado en la avenida Ricardo Flores Magón 98 (antes Calzada de Nonoalco), colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. A través de una excavación controlada se reveló una secuencia de ocupaciones humanas que iniciaron en el Clásico (450-650 d.C.) y se extendieron hasta el México independiente (1821-1982), pasando por un importante vínculo con el señorío mexica de Tlatelolco y su barrio menor de Tolquechiuca para el Posclásico Tardío (1337-1521).
La metodología empleada permitió el registro detallado de elementos arquitectónicos, materiales cerámicos, líticos, bioarqueológicos y faunísticos, que enriquecen significativamente el conocimiento sobre el desarrollo urbano y cultural de esta área en la Cuenca de México. La exploración realizada en los niveles más profundos del sitio aportó evidencia de un asentamiento con fuerte influencia teotihuacana. Este hallazgo resulta significativo porque constituye una de las ocupaciones de índole rural más temprana registrada en los islotes donde, posteriormente, se fundarían las ciudades gemelas de México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco. En este artículo, se presentan los principales resultados en torno a los trabajos de investigación en el barrio tlatelolca de Tolquechiuca.
Los hallazgos en Tolquechiuca permiten afirmar que la influencia cultural teotihuacana alcanzó tardíamente la zona de Tlatelolco. La presencia de pisos-apisonados, entierros con prácticas funerarias específicas y materiales asociados a la vida doméstica revelan la integración de esta comunidad a dinámicas culturales y económicas de gran alcance. Estos resultados contribuyen a comprender los procesos de ocupación y transformación del paisaje lacustre antes de la llegada de los mexicas. El contexto material indica vínculos culturales y posiblemente de intercambio con otros asentamientos de la ribera poniente del lago, como Amantla-Ahuizotla-Tomatlán (Azcapotzalco) y Chapultepec. En conjunto, los materiales apoyan la hipótesis de que esta aldea formó parte de una red de comunidades interconectadas en torno al lago de Texcoco en un momento en que las características naturales y los niveles de los cuerpos lacustres en la Cuenca de México debieron ser muy diferentes a los del Posclásico, y sustentan la idea de la existencia de un centro rector regional ubicado en un radio de entre 5-8 km de distancia.
Juan Carlos Campos Varela. Licenciado en arqueología por la ENAH, especializado en arqueología de salvamento e histórica en contextos urbanos. Trabaja en la Dirección de Salvamento Arqueológico, INAH, donde ha coordinado proyectos en el Centro Histórico y Xochimilco.
Mara Abigail Becerra Amezcua. Arqueóloga por la ENAH. Investigadora de la Dirección de Salvamento Arqueológico, INAH. Ha coordinado distintos proyectos de salvamento arqueológico en la Ciudad de México, en especial en el Centro Histórico.
Tomado de Juan Carlos Campos y Mara Abigail Becerra, “Tolquechiuca: hallazgos de influencia teotihuacana en el área de Tlatelolco”, Arqueología Mexicana, núm. 195, pp. 22-29.

