Los artistas teotihuacanos habitaron una región rica en minerales, factor que supieron aprovechar al máximo. Desde los más tempranos murales, notamos que se maneja la combinación de diversos pigmentos para obtener gradaciones particulares de un color. En el periodo inicial, por ejemplo, los murales presentan tres matices de color verde, además de rojo, ocre y negro. Un verde fresco, hecho con malaquita pura; otro similar al tono oliva, que llamamos verde seco, en el que combinan malaquita (verde) y óxidos de fierro (rojo, ocre y café); y, por último, un tono oscuro verde-azulado, en el...