Avanza restauración de la Tumba Tebana de Puimra

La Tumba Tebana 39 del profeta Puimra, segundo sacerdote de Amón, ubicada en la zona de Assasif de la ciudad de Luxor, en la República Árabe de Egipto, ha recobrado casi en su totalidad la belleza que tuvo hace tres mil 500 años, luego de 12 temporadas de campo en las que especialistas de diversas instituciones han trabajado en la consolidación y restauración de este magnífico monumento funerario, a fin de asegurar su preservación por 100 años más.

 La reciente temporada de trabajo de la misión mexicana que participa en este proyecto internacional, liderada por la Sociedad Mexicana de Egiptología y la Universidad del Valle de México, con la colaboración de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se realizó de octubre a principios de diciembre de 2017.

 La consolidación de muros y bóvedas con relieves policromados de las diferentes cámaras que conforman el complejo funerario, así como de la fachada, fueron parte de los trabajos de la reciente temporada de la misión mexicana, dirigida por la doctora Gabriela Arrache, lo que ha permitido conocer con mayor precisión cada detalle de la tumba y que el equipo que trabaja en la iconografía y epigrafía pueda hacer una interpretación más clara de la escritura jeroglífica y de otros elementos plasmados en dicho monumento.

 La Tumba Tebana 39 es un complejo funerario que mide 18 por 18 metros y fue construida hace tres mil 500 años en honor del segundo profeta Puimra, quien tenía 16 títulos de nobleza y era un personaje destacado en el gobierno de la reina Hat Shep Sut, y del faraón Thutmes III, correspondiente a la Dinastía XVIII.

  Asimismo, al interior de la tumba lograron un avance importante en la ubicación de relieves y el armado de secciones completas que permiten tener una lectura más clara y continua de cada muro y no sólo por escenas, con lo que se enriquece el trabajo realizado previamente por el británico Norman de Garis Davies a principios del siglo pasado. “Con nuestro trabajo será posible ampliar la información sobre lo que dicen los relieves, cuáles eran sus colores originales, cómo se fueron alterando y, en general, cuál ha sido la historia de la tumba”.

 Durante la temporada 2017 también hubo un numeroso equipo de arquitectos restauradores, junto con quienes se avanzó en la reconstrucción de las escenas de varios muros y en el registro de las áreas con faltantes.

 En gabinete, se ha completado el registro de las escenas, para lo cual se integraron áreas no registradas previamente en los dibujos de Norman de Garies Davies, y de esa manera tener el material base para el estudio y seguimiento del estado de conservación de los relieves de la tumba, cuya calidad es equiparable a algunos de los grandes monumentos de Egipto. El contar con los dibujos completos también es importante para registrar la intervención de conservación que se lleva a cabo.

Establecer la etapa final de la restauración del complejo funerario es todavía incierto, aunque dados los avances en las 12 temporadas de trabajo desarrolladas desde 2005, es posible vislumbrar que el trabajo podría concluir  en tres o cuatro años más. 

Un aspecto importante como restauradores es no eliminar las huellas de la historia de la tumba, que los diversos usos que ha tenido y sus transformaciones a lo largo de tres mil años sean parte del discurso museográfico.

 

Dirección de Medios de Comunicación (INAH)