Calle José María Pino Suárez

GUÍA DE VIAJEROS. PARTE 1

Quien ahora circula por la calzada de Tlalpan lo hace sobre el trazo de lo que en la época prehispánica fue el dique-calzada que conducía desde Coyoacán e Iztapalapa a Tenochtitlan. En otros tiempos ese camino desembocaba a la plaza principal, nuestro Zócalo, pero ahora el trayecto se ve interrumpido por un paso a desnivel que desemboca en 20 de Noviembre, una calle paralela a Pino Suárez ensanchada a mediados de los treinta del siglo xx. El nombre que ahora lleva la calle le fue dado por esa misma época, cuando el régimen revolucionario, tan dado al cambio de la nomenclatura urbana, decidió honrar a quien fuera vicepresidente en el malogrado gobierno de Francisco I. Madero. Esta calle es relevante por haber sido uno de los dos ejes sobre los que se dispuso la traza tanto de la Tenochtitlan prehispánica como la de la ciudad virreinal, por ello no es de extrañar que a lo largo de ella se encuentren vestigios de todas las épocas. 

Entre los recintos y lugares que pueden visitarse, destaca el Museo de la Ciudad de México (imagen), el cual cuenta con una exhibición permanente que da un recorrido por la historia de la ciudad desde la época prehispánica hasta la actualidad. También alberga exposiciones temporales y un muy interesante espacio que fuera, a principios del siglo XX, estudio del pintor Joaquín Clausell, quien pintó en sus muros más de mil imágenes, y es uno de esos tesoros poco conocidos que por doquier encuentra el visitante a la ciudad. La casa que alberga el museo es un ejemplo extraordinario y con un notable grado de conservación de las residencias de la elite novohispana. Se localiza en un predio que fue otorgado, en 1531, a Juan Gutiérrez Altamirano, exgobernador de Cuba y pariente de Hernán Cortés. De la primera construcción, que se inició en 1536, se conservan algunos muros y la cabeza de serpiente que adorna una de las esquinas. Fue edificada en el siglo XVI y remodelada en 1779 con un claro estilo barroco a instancias de su propietario, descendiente de los condes de Santiago de Calimaya. Cuenta con numerosos elementos de interés como las gárgolas en forma de cañón y la gran puerta, uno de los mejores ejemplos conservados de la época virreinal.