Chihuahua hace 3 000 años

Emiliano Gallaga Murrieta y Moisés Villa Zamorano

Pensar en los grupos de cazadores recolectores del Arcaico nos evoca imágenes románticas de festines realizados al calor de las fogatas de animales recién cazados en los abrigos de algún lugar de las sierras o montañas. De grupos de hábiles artesanos trabajando la piedra para elaborar las puntas de proyectil que mataran el bocado de mañana; mujeres y niños recolectando pacíficamente los frutos en los bosques o desiertos aledaños que la madre naturaleza les proporcionaba, y mujeres trabajando las pieles para hacer ropa o haciendo cestos para transportar la comida. El chamán realizando la ceremonia para solicitar el favor de las fuerzas de la naturaleza para continuar honrándolos no puede faltar. Sin embargo, las evidencias de los pocos restos humanos localizados para esta época en territorio nacional nos muestran otra imagen de esta vida, que debió haber sido todo menos romántica.

Los restos humanos registrados hasta el momento, en especial en la franja norteña de nuestro país, nos muestran casos de desnutrición, anemias, parásitos, fracturas provocadas por accidentes o violencia, marcas de estrés en huesos largos y coyunturas, evidencia en huesos de una vida dura y ardua para vivir o sobrevivir en las condiciones del momento y del medio ambiente en el que estas comunidades se desarrollaron. Tal es el caso de los análisis físicos de “Ricarda”, los restos humanos más antiguos registrados hasta el día de hoy en el estado de Chihuahua, de hace 3 000 años, que los ubican para el periodo Arcaico Tardío/comienzos de la agricultura.

Imagen: Izquierda:  En el área se localizaron un núcleo y lascas primarias y secundarias. Las puntas que se observan en la imagen (abajo) no se encontraron en este espacio, pero sí se localizaron varias de material similar. Proyecto de Salvamento del Rancho Santa María, Galeana, Chihuahua. Fotos: Emiliano Gallaga. Derecha: Material óseo: a) Condiciones generales de Ricarda. Foto: Moisés Villa.

 

Emiliano Gallaga. Arqueólogo por la ENAH. Doctor en antropología por la Universidad de Arizona. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Moisés Villa Zamorano. Antropólogo físico por la ENAH. Miembro del C4 Chihuahua (fge Chihuahua). Estudiante de maestría en antropología física de la EAHNM.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Gallaga Murrieta, Emiliano y Moisés Villa Zamorano, “Un entierro del Arcaico chihuahuense. La vida en los albores de la agricultura”,  Arqueología Mexicana, núm. 171, pp. 72-77.