Cómo llegó el Códice Vindobonensis a Bolonia

Manuel A. Hermann Lejarazu

Recientemente, Davide Domenici y Laura Laurencich Minelli (2014) han analizado con detalle un revelador pasaje escrito por el dominico Leandro Alberti en su obra Historia de Bolonia (1548). En el texto se destaca una interesante crónica sobre el encuentro de un fraile dominico con el papa Clemente VII (quien había asistido a una reunión en la ciudad de Bolonia, en 1533, para entrevistarse con Carlos V).

El fraile obsequió al Papa una serie de objetos traídos de las “Nuevas Indias”, como colchas de plumas de ave, máscaras de turquesa, cuchillos hechos de piedra amarilla y “algunos libros muy bien pintados que parecían figuras jeroglíficas”.

Domenici y Laurencich identifican, acertadamente, al fraile mencionado como Domingo de Betanzos, fundador de la orden dominica en Nueva España, grupo religioso que tuvo la tarea de evangelizar las regiones del sureste del valle de México, así como la mayoría de las comunidades de Puebla, Oaxaca y Guatemala.

Si bien los “libros pintados” que llevó consigo a Bolonia Domingo de Betanzos pudieran ser, tal vez, el Códice Cospi o el Vaticano B, también se abre la posibilidad que el Códice Vindobonensis estuviera en manos de Betanzos al momento de encontrarse con Clemente VII.

En 2009, Manuel A. Hermann Lejarazu había expresado la posibilidad de que el códice estuviese en manos de hombres religiosos, pues el cardenal Adriano Florencio de Utrecht (maestro de Carlos V y elegido papa en enero de 1522 con el nombre de Adriano VI) fue quien recibió, primero, a los enviados de Cortés, mientras actuaba como regente de España durante las ausencias del rey.

De esta manera, es probable que el códice lo obtuviera Adriano VI y lo llevara consigo en su viaje a Roma para tomar posesión del pontificado. Sólo así se explicaría el hecho de que el manuscrito cayera en posesión del papa Clemente VII (sucesor de Adriano VI), sobre todo si consideramos que las relaciones políticas entre Carlos V y Clemente VII fueron siempre muy conflictivas.

Imagen: El árbol que originó a los mixtecos. Códice Vindobonensis, lám. 37 (Detalle). Foto: Austrian National Library. ANL / Vienna Collection of manuscripts and rare books, Cod. mexic. 1.

Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el CIESAS-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Hermann Lejarazu, Manuel A.,  “Introducción”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 102, pp. 8-10.