Los médicos de la época prehispánica tenían claras algunas de las propiedades curativas del nopal, principalmente para afecciones de la piel. Las investigaciones realizadas en años recientes han mostrado que posee otras propiedades medicinales. Aquí se presentan algunas:
En el México antiguo se utilizaba para el tratamiento de padecimientos de la piel, así como para curar golpes, contusiones y quemaduras. También servía como antinflamatorio. Ahora se le utiliza para el tratamiento de otros padecimientos. Las investigaciones han mostrado que posee propiedades anticancerígenas y antidiabéticas. Además ayuda al control de peso y es una rica fuente de calcio.
La ingestión de extractos licuados o de fragmentos de la penca fresca del nopal produce, en las personas diabéticas, una disminución en la concentración de glucosa sanguínea. Dicho efecto es provocado por la fibra o mucílago presente en la penca, que inhibe la absorción de glucosa en el intestino y aumenta la sensibilidad de las células hacia la insulina para que adquieran la glucosa sanguínea circulante. Es importante enfatizar que la ingestión de pencas de nopal fresco, en jugo, no cura la enfermedad, pero es posible utilizarlo como coadyuvante alimenticio.
En los nopalitos se encuentran dos tipos de fibra con propiedades benéficas. La fibra insoluble se mantiene dura o entera, por lo que contribuye al buen funcionamiento del aparato digestivo, lubricando sus paredes interiores. Las fibras solubles, que forman parte de la baba, captan agua y contribuyen a regular los niveles de colesterol y glucosa en la sangre.
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Tomado de Enrique Vela, Arqueología Mexicana, Especial 62, El nopal en México. Catálogo visual.