El nopal es componente esencial de nuestra dieta, proveedor de sustancias que lo mismo procuran salud que sirven de materia prima para toda clase de productos, y es, asimismo, eje de nuestra imagen nacional.
“Id allá a la mañana, que hallaréis la hermosa águila sobre el tunal y alrededor de él veréis mucha cantidad de plumas (…) y a este lugar (…) le pongo por nombre Tenuchtitlan”.
El nopal fue una especie a caballo entre esos dos mundos: el de los cazadores recolectores y el de los pueblos sedentarios.
La utilización de la imagen del águila sobre el nopal en el escudo nacional, tejió alrededor de él una noción de identidad, una idea de esa planta como sostén de nuestra nacionalidad.
Hay unos árboles en esta tierra que se llaman nopalli, que quiere decir “tunal” o “árbol que lleva tunas”.
Nuestra relación con el nopal es el producto de una notable adaptación de la planta al medio ambiente y de la afortunada manera en que hemos sabido utilizarlo.
Los médicos de la época prehispánica tenían claras algunas de las propiedades curativas del nopal.
El nopal es una fuente de alimentos especialmente generosa, no sólo por su alta productividad sino porque siempre se encuentra disponible.
Enrique Vela
Este nombre tiene hasta hoy esta ciudad de México.