De materia oscura, la identidad nacional

Juan Villoro

El acceso directo a la mentalidad indígena se rompió con la conquista. Después de la destrucción de la mayoría de los códices y el incendio de los templos, algunos frailes ilustrados, convertidos repentinamente en antropólogos, procuraron restituir ese legado, pero sólo pudieron hacerlo en forma híbrida y fragmentaria, mezclando los datos de los informantes con su propia concepción de la realidad. Las antiguas civilizaciones de Mesoamérica se sometieron a hipótesis y conjeturas no siempre verificables y a interpretaciones esotéricas, conformando un discurso hermético cuyas claves decisivas se habían perdido. Sin embargo, de un modo no siempre precisable, ese pasado nos constituía. El México independiente no se podía explicar sin los mitos y las leyendas, las plantas y los animales, los guisos y el uso de los colores, las palabras y las costumbres que provenían de una misteriosa etapa previa. La identidad nacional estaba hecha de esa materia oscura.

Imagen: Izquierda: “Vínome pues un deseo natural como a los otros, de querer investigar entre estos nuevos cristianos, qué era la vida que tenían en su infidelidad, qué era su creencia, cuáles eran sus costumbres y su gobernación, de dónde vinieron”. Fray Jerónimo de Alcalá, prólogo de la Relación de Michoacán. Foto: Bekhruzbek Ochilov (Wikimedia Commons). Derecha: “Ciertamente fuera harto provechoso hacer una obra tan útil para los que quieren aprender esta lengua mexicana, como Ambrosio Calepino la hizo para los que quieren aprender la lengua latina […]. Eché los fundamentos, para que quien quisiere con facilidad, le pueda hacer, porque por mi industria se han escrito doce libros de lenguaje propio y natural de esta lengua mexicana”. Fray Bernardino de Sahagún, “Al sincero lector”, Códice Florentino, s/f. La imagen corresponde al lib. VII, f. 10r. Foto: Biblioteca Medicea Laurenziana.

 

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Villoro, Juan, “Una linterna alumbra el pasado”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 95, pp. 14-29.