Agradecimientos: A los hermanos Bor y K’in y a la comunidad de Metzabok. A Alice Balsanelli por sus traducciones. A Josuhé Lozada y Joel Palka.
De árbol a chem. Una embarcación y un ser acuático entre los mayas lacandones
La manufactura del cayuco se basa en una técnica de reducción o sustracción, la cual se lleva a cabo a través de cortes de hacha transversales y espaciados que seccionan la superficie; posteriormente cada pequeña sección se separa a través de golpes longitudinales que aprovechan la dirección de las fibras de madera.
Además del ahuecamiento, se trabajan las bandas externas del cayuco y los extremos llamados cabezas. Para realizar las mediciones se utiliza un hilo bañado con pintura negra, mientras que el hacha y el machete se usan para ir desprendiendo la corteza, adelgazar las paredes y perfilar la proa y la popa. Cabe mencionar que parte de la madera obtenida de los laterales se utiliza para los remos, por lo que se aseguran de conservar un fragmento de tamaño adecuado.
Otra parte del proceso se centra en el interior del cayuco, en el cual se adelgazan las paredes y se trabajan los asientos, que son las áreas en los extremos que se aprecian más altas que el fondo y sirven para que se sienten los remeros. Al llegar a la profundidad adecuada se utiliza la azuela para aplanar y retocar correctamente el fondo con la misma técnica de golpes transversales y longitudinales.
Cuando el tronco ya parece cayuco se empieza a trabajar la base, considerada la parte más delicada de la embarcación ya que el grosor y la rectitud de ésta intervienen en la flotación. De igual manera, se inicia la elaboración de los remos con ayuda del hacha, el machete y un cepillo de carpintería. Por último, se elaboran cuatro agujeros, dos en cada cabeza del cayuco, para poder amarrarlo a través de cuerdas.
Imagen: Bor trabajando en el ahuecamiento del tronco y desprendimientos longitudinales con el hacha. Fotos: Alberto Soto.
Pamela Lara Tufiño. Arqueóloga por la ENAH. Investigadora de la Subdirección de Arqueología Subacuática. Directora del Proyecto Arqueológico Media Luna. Líneas de investigación: contextos prehispánicos sumergidos, culto acuático en Mesoamérica, navegación de tradición indígena.
Roberto Junco Sánchez. Arqueólogo por la ENAH. Subdirector de Arqueología Subacuática. Líneas de investigación: arqueología del Galeón de Manila, navegación colonial, Mar Pacífico.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Lara Tufiño, Pamela y Roberto Junco Sánchez, “De árbol a chem. Una embarcación y un ser acuático entre los mayas lacandones”, Arqueología Mexicana, núm. 174, pp. 58-63.