El cesto

Enrique Vela

Elaboración de cestería y cordelería en México

El cesto es la forma más común entre los objetos fabricados con fibras duras. Se trata de recipientes de diversos tamaños, formas y materiales, y principalmente se usan para el transporte y el almacenaje de toda clase de productos, si bien los hay para otros fines, como elementos decorativos o para algunas ceremonias. Hoy en día muchas comunidades indígenas aún elaboran cestos, entre ellas destacan los seris y los tarahumaras. Los cestos reciben una gran cantidad de nombres (lo que alude a su variedad y a la amplia gama de usos que reciben), como chiquihuites, colotes, huacales, canastos, canastas, tecolpetes, tancolotes, pizcadores, shundes, kiliguas, tenates, tompeates…

[…] El que trata en los cestos que se llaman chiquihuites, primero, antes que los haga, echa las canas en el agua para que se remojen y humedezcan, y después las quiebra, y ansí quebradas pónelas en orden para hacer dellas cestos, a los cuales echa un cordoncillo de nequén y una caña partida por medio, al rededor en el hondón por de fuera. Los cestos que vende son hechos en diversas maneras: unos que tienen divisiones como escritorio, y otros que tienen las orillas almenadas y otros prolongados, y otros para poner en él las tortillas, unos de los cuales son bastos, y otros bien hechos. Vende también cestos grandes de cañas gruesas, y unos cestillos llanos; uno déstos son mal texidos, floxos, gordazos; al fin, mal hechos. El que trata en petacas de mujeres unas hace cuadradas y otras largas y altas, y otras rollizas, ora sean de cañas, ora de palmillas, ora de cuero, ora de madera, todas bien hechas y bien texidas.

Bernardino de Sahagún, Historia de las cosas de Nueva España, 2000, t. II, pp. 910-911

 

Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial.

Vela, Enrique (Selección de textos e iconografía), “Elaboración de cestería y cordelería en México”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 91, pp. 40-70.