El largo camino del desciframiento

Albert Davletshin, Dmitri Beliaev

Yuri Knórozov y las escrituras antiguas

“Tablillas parlantes” de la Isla de Pascua

El antropólogo ruso Nikolai Miklujo-Maklai (1846-1888), en su viaje a Papúa Nueva Guinea, adquirió dos tablillas y una estatuilla de la Isla de Pascua cubiertas con los signos kohau rongorongo, las cuales hasta hoy se preservan en el Museo Pedro el Grande de Antropología y Etnografía (Kunstkámera), en San Petersburgo.

Éstas fueron las primeras inscripciones que llegaron a Europa de esta región aislada en el Pacífico descubierta en 1722, donde se inventó una escritura propia. En 1938, el joven de 16 años Boris Kudryavtsev trabajó con las tablillas en la Kunstkámera y descubrió que eran copias casi exactas del mismo texto.

Falleció en 1943, pero su artículo fue publicado en 1949. En 1956, Knórozov publicó, junto con el etnógrafo Nikolai Butinov, un artículo donde presentaron un registro completo de los textos rongorongo, y sugirieron que kohau rongorongo es una escritura jeroglífica con ideogramas, silabogramas y determinativos, realizaron un análisis estructural sistemático, y encontraron varias listas donde un signo se repite en cada elemento, ya sea al principio o al final de la frase.

Además, descubrieron una genealogía. En la pequeña tablilla de Santiago aparece una lista de seis grupos de signos, cada uno de ellos introducido con un hombrecillo. Dentro de cada grupo se repite un signo del grupo anterior añadiéndole un signo adicional: “Hombrecillo Sentado” y “Tortuga”, “Tortuga” y “Tiburón”, “Tiburón”, etc. Butinov y Knórozov interpretaron esta lista como una genealogía porque los nombres pascuenses incluyen patronímicos, de tal suerte que una persona se puede llamar literalmente “Sentado, hijo de Tortuga” o “Tortuga, hijo de Tiburón”. Hasta la fecha, el artículo de Butinov y Knórozov se continúa citando.

Imagen: Arriba: La comparación de tres textos rongorongo realizada por Kudryavtsev. Abajo: La genealogía de la pequeña tablilla de Santiago. Basados en dibujos de Paul Horley.

Albert Davletshin. Investigador del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana (Xalapa), especialista en lenguas mesoamericanas y escrituras logosilábicas.

Dmitri Beliaev. Profesor del Centro de Estudios Mesoamericanos Yuri Knórozov de la Universidad Estatal de Rusia de Humanidades e investigador principal del Instituto de Etnología y Antropología (Moscú), especialista en historia y epigrafía maya.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Davletshin, Albert y Dmitri Beliaev, “Yuri Knórozov y las escrituras antiguas”, Arqueología Mexicana, núm. 177, pp. 38-43.