La arqueología de Belice

Norman Hammond

Belice es un pequeño país en la costa del Caribe: a diferencia de México, Guatemala y Honduras, no tiene costa en el Pacífico, pero comparte con Quintana Roo el segundo arrecife coralino más grande del mundo. Con 23 000 km cuadrados, es el segundo país más pequeño de los cinco que contienen vestigios de la antigua civilización maya. El Salvador es menor, y a diferencia de éste, que tiene ruinas mayas sólo en su mitad occidental, la totalidad de Belice (la población moderna es de poco más de 400 000, concentrada en la costa y en el Valle del Río Belice) se ubica en el área nuclear de los mayas del Clásico.

Hacia el norte queda la península de Yucatán de México, y al oeste y sur el Departamento del Petén del norte de Guatemala. Como en otras partes de la zona maya, las tierras altas del occidente de Belice son de caliza, y es donde se encuentra la mayoría de los sitios arqueológicos conocidos, que se conectaban con el Caribe mediante una serie de ríos; las tierras bajas del oriente son de monte bajo con suelos arenosos y poco potencial para el cultivo milpa de los antiguos mayas. Buena parte del sur de Belice está ocupada por las tierras altas de granito y piedra arenisca de las Montañas Mayas, que también son poco aptas para el cultivo.

Traducción: Gabriela Uruñuela Ladrón de Guevara.

 

Norman Hammond. Ha investigado sitios mayas en Belice por más de 30 años, entre ellos Lubaantún, Nohmul, Cuello y La Milpa. Es Senior Fellow en el McDonald Institute for Archaeological Research en Cambridge University, Inglaterra, y profesor emérito de arqueología en Boston University, Estados Unidos.

Hammond, Norman, “La arqueología de Belice”, Arqueología Mexicana, núm. 165, pp. 24-31.